Juan Pelotas Campodonico nació en Alpargatas, cuando
empezó a jugar al futbol usó botines y cuando se hizo punk se calzo los
borceguíes. Su vida fue una incesante batalla entre el rechazo y Peñarol. El
menor de 10 hermanos, a saber: Pejerto, Dulce, Filete, Esmédico,
Democrático Palmera, Potranca Ruana,
Tocayo, Daniel Pistola y Libre Albedrío. Escapo de su pueblo natal a los 16 y
llego a Buenos Aires a los 18, porque fue caminando y se perdió varias veces.
Al llegar a la tierra porteña vago por varios barrios hasta terminar
instalándose en un Hostel céntrico, ubicado en Irigoyen e Yrigoyen. Debido a su
ubicación supo juntarse con turistas, empresarios, abogados y oficinistas de día.
Y con ladrones, drogadictos putas y travestis de noche. Hasta sus 22 trabajó
incesantemente en el Hostel, ganándose el puesto de Gerente General de Relaciones
Públicas (GGRRPP), o sea que conseguía la droga y las putas para el jefe y los
turistas. Cuando cumplió 24 heredo el Hostel, y en 4 meses lo fundió. Durante
los siguientes 3 años intentaría sin éxito levantar la clausura del local, al
fracasar terminaría alquilando habitaciones a las putas cuando prohibieron el
rubro 59. Esta historia comienza el 21 de Enero de 2012 en pleno centro. Luz, Cámara…
Cámara… ¿Dónde está el camarógrafo?, ¿Alberto?... Dale macho, te estábamos
esperando… Acción!
-Che flaco, ¿esto es Buenos Aires?. -No, Puerto Madryn. -Puta, me pase de nuevo! |
Juan avanza por 9 de Julio en contramano. Su bici
moto esquiva concienzudamente autos, peatones y motos hasta que impacta un
monolito a Eva Perón y se hace torta contra el asfalto. Rápidamente pierde la
consciencia y…
-Despiértate
Juan, despiértate!- le dice alguien junto a su oído-.
-No mami, 5 minutos más.- Dice él, casi sin darse
cuenta.
-Dale flaco,
despertate que estas arriba mío.- retruca la misma persona, con mucha menos
dulzura.
Juan se levanta, atónito
y mira a su alrededor. No hay nada, pero literalmente nada. De golpe las luces
se prenden y el está sentado en una silla, frente a una mesa. Del otro lado de
la mesa un hombre en traje lo observa tranquilamente.
-Blah, Blah, Blah!- Dice su interlocutor.
-¿Eh? ¿Qué te pasa chambón?-
Escupe inquisitivamente nuestro querido oriental.
-Nada, estaba probando si prestabas atención nomas.- y se acerca
entrecruzando los dedos.
-¿Dónde estoy?- interroga
alarmado el joven Yorugua.
-Estas en una reconstrucción electroencefalografica de una habitación en
Nerdia.
-¿Lo que?
-Es una alucinación que generamos en tu cerebro afectado por la contusión
craneal.
-¿Con qué?
-Tuviste un accidente con tu moto y aprovechamos tu confusión para
comunicarnos con la raza humana.
-¿Y candela?
-¿De que estas hablando?
-No, nada. Deja, debe
haber sido el golpe. ¿Qué pretende usted de mí?, siempre quise decir eso.
-Mi nombre es Kjublhungfugh, pero puedes decirme Kju. Pertenezco a la
noble casta de los Nerdicos. Y vine a advertirte sobre nuestra llegada y a
compartir nuestra historia contigo, mero humano.
La habitación comenzó a
mutar y se convirtió en una bola, Juan ya no estaba sentado sino
que se
encontraba parado junto al habitante de Nerdia, las paredes comenzaron a emitir
un brillante fulgor y de repente se iluminaron miles de puntitos que se movían
lentamente como en una danza interminable de indígenas mutilados en el
amazonas.
-Nuestra historia comienza en nuestra amada Nerdia, Galaxia 32 cuadrante
Z, sector 23. Nerdia era un planeta lleno de riquezas y maravillas. Habitada
por nosotros desde el comienzo de las eras, nos desarrollamos rápidamente y
consolidamos un gobierno popular global que satisfacía todos nuestros anhelos, intelectuales
y sociales.
-¿Y qué pasó?-
-Estoy intentando contarte.
-¿La podes hacer más
corta?, tengo cita con el dentista a las 16Hs.
-Esto es una alucinación, no hay tiempo.
-Bueno, seguí. Pero no te
enojes si no te presto atención, soy medio disperso.
-En fin, nuestro mudo era hermoso pero nuestro sol se gastó y comenzó a convertirse
en un gigante rojo. Sus turbulencias nos azotaron durante décadas, hasta que
logramos escaparnos de nuestro inflado sol gracias a la destreza de nuestros
científicos. Vagamos por el vasto universo por decenas de miles de años a una
velocidad promedio. Atravesamos las galaxias buscando un buen sitio donde poner
en órbita nuestro planeta. El cual se iba gastando siglo tras siglo. Cuando
comprendimos que nuestro planeta no subsistiría mucho tiempo más en viaje, fue
que vimos a la tierra.
-¿Y?
-¿Y qué?-
-¿Y a donde pretendes
llegar con todo eso?
-En eso estoy, pero me interrumpís todo el tiempo.
-Bueno, seguí.
-Vamos a esclavizar a la tierra.
-¿Qué?
-Eso, los vamos a esclavizar y convertir este planeta en la nueva y mejorada
versión de nuestro planeta natal. Nerdia versión 2.1
-¿2.1? y la 2.0?
-No funciono. Mejor no preguntes, realmente no queres saber. Tu deber es
advertir a los humanos que estamos por llegar y que no hay nada que puedan
hacer para evitar su destino.
-…
-¿Qué?
-Falta algo…
-¿Qué falta?
-Generalmente cuando
alguien termina de contar su plan malvado, suelta una risa siniestra.
-Nosotros nunca reímos. Basta de tonterías. Tienes trabajo que hacer.
Llegamos el 21/02/2012, no queremos sorpresas. ¡Despierta!
Juan se despertó en su habitación
y lo primero que vio fue su bici moto despedazada y a Jenny, la puta de la habitación
3, sentada en una silla a su lado y limpiándolo con una toalla de mano húmeda.
Ella le conto con lujo de detalles su accidente y que mientras estuvo
inconsciente en el piso Magali, el travesti chaqueño de la habitación 6, lo había
agarrado a él en un brazo y a la bici en el otro y los había traído hasta el Hostel.
Jenny era la única que tenía trato con Magali porque el travesti era mudo. Es
notable el hecho de que Magali es mudo, como Filete el hermano mayor de Juan.
Esto dio el puntapié inicial para que una verdadera amistad surgiera entre
estos dos jóvenes aventureros. Pero el caso es que Maga parecía un indio en una
fiesta de disfraces, y como Juancito era bastante superficial no le dio ni
cabida. El charrúa intento tramitarse una alegría, pero Jenny le quiso cobrar y
el alpargátense de amarrete que es no agarro viaje.
Magali |
Las siguientes semanas serán
para Juan una loca y desenfrenada debacle de aventuras que dejaran en evidencia
la inmanente importancia de su existencia en la subsistencia de la raza humana.
Todo esto, y mucho más, en la segunda parte de la saga de “Juan Pelotas Campodonico:
Salvador de la Tierra” titulada “¿Dónde está mi porongo?”