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Pero es la parte 5 loco... Uhhh... si... a mi también me daría paja buscar las anteriores entre taaaaaaaantos otros posteos (?)... te la hago fácil.. mirá:
Pero es la parte 5 loco... Uhhh... si... a mi también me daría paja buscar las anteriores entre taaaaaaaantos otros posteos (?)... te la hago fácil.. mirá:
Ahora si... Capitulo 5:
Esta es la historia
de un hombre común – comienza a decir la voz de Morgan Freeman en tu cabeza
mientras leés esto-. Un hombre común que se enfrenta a una situación inusual.
Una empresa extraordinaria en manos de un hombre ordinario. Pero este hombre no
está solo, lo acompaña un grupo de extravagantes personajes que cumplirán un papel crucial en
la historia. Durante las entregas anteriores hemos tenido el privilegio de ver a nuestro noble héroe enfrentarse a... casi nada. Pero los próximos días tendrán una gran importancia en la resolución final del conflicto.
Dos de febrero de 2012, 19 días para la invasión.
Juan abre los ojos y automáticamente se estremece de dolor, confusión y temor, volviendo a cerrarlos. No tiene idea
de donde está, qué pasó o qué está pasando. Vuelve a abrir los ojos y observa a
su alrededor. Se encuentra recostado sobre una cama de una plaza, en una
pequeña habitación que constantemente se tambalea y balancea. Se levanta rápidamente y un súbito mareo lo arroja al piso. Se incorpora con cuidado y se
acerca a la pequeña puerta, a través de la cual le llega el suave murmullo de
una conversación. El dolor de cabeza es espantoso y le cuesta concentrarse,
casi tanto como mantener el equilibrio. Sus músculos le envían señales de dolor
a su sistema nervioso central, quien hace un esfuerzo enorme por ignorarlas.
Abre la puerta de un tirón, luego de intentar empujándola tres veces, y casi cae
de espaldas al piso. Del otro lado se encuentra un pasillo con dos puertas, una
a cada lado, que termina en una especie de comedor donde, sentados alrededor de
una mesa, cuatro personajes conversan tranquilos. Mientras intenta mantenerse
en pie reconoce a dos de los cuatro individuos, Fabio Zerpa y Tiberio. La
habitación no deja de moverse como una tabla a la deriva mientras se acerca a
la mesa, golpeándose contra todo, trastabillando y a punto de vomitar. Los
demás callan y lo observan detenidamente.
- ¡Ahí
vá, al final te despertaste Bó! – Exclama uno de los desconocidos luego de
terminar un mate-.
- Juan,
te presento a Policarpo Perea – dice Zerpa mientras señala al otro desconocido
–
- Buenas,
un gusto. – Contesta Juán sin entender nada - ¿Donde estamos?.
- Y
este caballero es Tulmiro Cubelio Ortiz. – Agrega Fabio, ignorando su pregunta
–
- Un
placer conocerte Bó, podés decirme Tucu – contesta ofreciéndole un mate –
- Igualmente
– responde Campodónico agarrando el mate y vaciándolo de un sorbo mientras toma
asiento en el bamboleante comedor –
- Estamos
en el Motorhome de Tuco – indica Policarpo señalando en dirección a una cortina
negra ubicada al frente del vehículo –
- ¿Y
Tuco quién es? – Indaga nuestro joven héroe oriental –
- El
amigo de Tucu – responde Tiberio – ¿Como estás?, llevás tres días inconsciente.
- ¿En
serio?, ¿qué pasó? – pregunta mientras se acaricia la cabeza – No recuerdo
nada.
- No
importa, ya habrá tiempo para esto – interrumpe Zerpa – Hay que seguir con el
plan.
- ¿A
donde estamos yendo? – pregunta el oriental... Bah... uno de ellos –
- A
Cordoba – contesta Tucu pasándole otro amargo –
- ¿A
qué? – interroga Juan Pelotas, cada vez mas confundido, mientras bebe a sorbos
la infusión –
- Estamos
en camino a la Estación Astrofísica de Bosque Alegre. Pero antes, tenemos que
ir a Nono... – Contesta Fabio –
- A
visitar el Museo Polifacético Rocsen... – Agrega Tiberio ante la perpleja mirada
de su amigo.
En Nerdia reinaba el caos. Luego de que la PLUPONIF
comenzara a sonar y chirriar contante e insoportáblemente. Los molestos e
impresionados nérdicos salieron en tropel de la habitación. Eran solo tres
quienes allí se encontraban, los mismos tres con quienes Zerpa se había
comunicado aquella primera vez. No es una casualidad, es tan solo una larga
historia. Una larga historia que comienza el día en que Fabio descubrió los
oscuros planes de los Nerdicos. Una larga historia que será contada en otro
momento. Kju, Kluyc y Sirket se encontraban ahora intentando alejarse lo más
posible de la caverna. Raudamente se dirigieron hacia los condensadores lumínicos,
los rodearon a la carrera y siguieron el camino hasta los galpones de hibernación. Discaron el código e ingresaron, luego de cerrar la puerta los
molestos sonidos de la PLUPONIF aún podían ser escuchados desde la distancia.
Se miraron asombrados. Aún no habían cruzado palabra alguna.
- ¿Qué sucedió? - gritó Sirket, rompiendo el hielo -.
- No lo sé - contestó Kju consternado -.
Ambos miraron a Kluyc, que estaba boquiabierto y con la mirada perdida. De pronto cerró la boca, los miró a ambos lentamente y comenzó a hablar.
- Podría ser... - dijo, para luego callar -.
- ¿Podría ser... qué? - preguntó Sirket, impaciente -.
- Podría ser... ¿una trampa? - concluyó Kluyc, ligeramente asustado -.
Kju cerró los ojos y agachó la cabeza lentamente. Con la misma tranquilidad levantó su mano, mientras la cerraba. Entonces descargó un golpe de puño, lleno de rabía, contra la pared. Los otros dos lo miraron asombrados. Kju era un témpano, jamas exteriorizaba ningún tipo de emoción. Luego levantó la cabeza y con absoluta calma comenzó a hablar.
- Debemos volver, YA. - expresó tranquilamente, aunque la cólera era evidente -.
- No me parece prudente... - acotó Sirket -.
- ¡Debemos volver! - Repitió alzando la voz -.
- Podríamos esperar un rato... - agregó Kluyc .-
La mirada de Kju se clavó en ambos. Primero en uno, luego en el otro. Se dió vuelta y salió de la habitación, hacia el frio y desertico exterior. Kluyc y Sirket se miraron, en silencio, respíraron hondo y sin decir nada salieron.
- Sigo sin entender nada... - Repitió, ya enojado, Juan -
- Nunca entendés nada... - Argumentó Tiberio -
- ¿Qué querés saber? - Preguntó Policarpo, ya harto de la misma discusión -
- Todo... Quiero la respuesta a TODO... - Contestó Juan -
- Ah... esa es facil... 42 - Contestó Tuco desde la cabina -
Tucu estalló en un ataque de risa, junto con Tuco. Los cuatro restantes se miraron sin entender nada.
La historia de Tuco y Tucu merece ser contada. Se conocieron en Piriapolis durante el verano del 96, jugando al futbol en la playa del puerto de yates. Con trece años recién estrenados, unas championes destrozadas y cientos de sueños, que años mas tarde se convertirían en frustraciones. Luego del partido tomaron un agua "salus", que compraron juntando monedas, y se quedaron varias horas charlando sin imaginar que cuatro años después Tucu empezaría a usar silla de ruedas y el destino los separaría, solo para volver a unirlos. Tuco, apodo que obtuvo gracias a su abundante melena rojiza, creo con su amigo un lazo unico durante los años previos al accidente. Dicho accidente, que postró a Tucu en una silla, sucedió durante el verano del año 2000. Tucu estaba noviando con la hija del Coronel Podelsio Quiroga Strauss, un militar digno de temer. Un día de verano se dirigió a la casa de su pareja, sin saber que sería la ultima vez que pasearía por su amado piriapolis a pie. Al llegar la encontró vestida con el uniforme del colegio, a pincipios de febrero, del año siguiente a su graduación. Solo podía significar una cosa... Sexo. La casa estaba vacía y aprovecharon para dar rienda suelta a su morbosidad juvenil. Ellá tomó la iniciativa y, luego de bajarle el pantalón y el boxer de un solo movimiento, comenzó a practicarle sexo oral, sentada en el sillón. Entonces sucedió lo imprevisto. Tucu estaba extasiado, flotando en un mar de placer mientras ella, concentrada en su labor, recorría todo se sexo con su boca y su lengua, aumentando y disminuyendo la presión. Ninguno de ellos escucho la puerta, ni los pasos, y en el momento del climax un grito ahogado a su espalda los sobresaltó. Tucu solo atinó a darse vuelta y entonces vio a sus suegros, tres pasos detrás suyo. La sorpresa hizo que no se percatara de que al darse vuelta estaba eyaculando. Luego de empapar en semen a su suegra, y ver la cara del Coronel, decidió escapar por la ventana, olvidando que el departamento se encontraba en un tercer piso. La caída le fracturó las dos piernas, un brazo y la cadera. Luego de tres largos meses en coma, despertó paralizado de la cintura para abajo. Tuco fue uno de los primeros en enterarse y durante los tres meses que su amigo pasó en coma fue todos los días a leerle y releerle durante una hora su historia favorita, "la guia del autoestopista galactico". Un año despues del accidente Tuco se mudaría a Buenos Aires, volviendo a piriapolis en el año 2005, con un motor-home nuevo, dispuesto a recorrer el mundo con su amigo, con el cual fantasearon dicho viaje desde que se conocieron, 9 años atrás. Su viaje duró 6 años y a mediados del 2011 se asentaron en la Republica de Lugano. Allí conocerían, por pura casualidad, a Policarpo quien les pediría ayuda para transportar al grupo oriental a su destino.
La ciudad de quienes recibieron el mensaje. "¡¡¡Lindo rancho eh!!!" |
En un alejado rincón del cosmos, una fuerza de incomprensible poder recibe un mensaje inesperado. Están absortos, la comunicación los tomó por sorpresa, pero luego de una breve reunión deciden responder a dicho llamado. Raudamente eligen un representante y preparan una comitiva para que lo acompañe. Casi sin despedirse de sus seres queridos se suben a la nave y se dirigen al encuentro de quienes realizaron dicho llamado. Durante el viaje, estos seres, elaboran hipótesis y discuten si están haciendo lo correcto. Es algo totalmente fuera de lo común, nadie esperaba algo así, menos aún Merkit que sin decir nada se sienta frente al ordenador y comienza a investigar. A cientos, o quizás miles, de años luz de distancia los Nerdicos Kju, Sirket y Kluyc se encaminan de regreso a la caverna donde se encuentra la PLUPONIF. Kju está decidido a descubrir que está sucediendo, Sirket y Kluyc están demasiado asustados como para desobedecerlo. La PLUPONIF sigue chirriando y gimiendo, Kju se tapa los oídos e ingresa, seguido de sus compañeros. Sirket no soporta el ruido y la confusión lo hace desmayarse. Kluyc se detiene y observa a su amigo, los oídos le sangran y con los ojos inyectados lanza un ultimo estertor y muere. Kluyc levanta al caído y lo lleva al exterior. Kju, en cambio, sigue impertérrito su camino hacia la maquina. Trastabilla un par de veces, pero no se detiene. Al llegar saca una mano de su oído y cerrando los ojos saca la otra. Tiembla mientras cierra los ojos e intenta contenerse, el ruido y el barullo lo envuelven, lo aterran, pero el continúa la búsqueda del problema. Decide detener el funcionamiento de la maquina y luego de ingresar los códigos correspondientes la PLUPONIF cesó lentamente su insoportable ruido. Kju se levantó apurado y un súbito mareo casi lo derriba, se tomó con ambas manos de la consola, cerró los ojos y respiró hondamente. Sus oídos seguían interpretando una sinfonía de dolor. Aturdido y confundido, sacudiendo la cabeza, se alejó de la consola, en dirección al exterior. Al salir se encontró con Kluyc de rodillas frente al cuerpo inerte de Sirket, sollozando. Se acercó y comprobó los signos vitales, sin encontrarlos. Lentamente se irguió y dijo.
- No hay nada que podamos hacer, vámonos. Tenemos trabajo que hacer.
- ¿Y dejarlo aquí tirado? - Pregunto anonadado Kluyc. -
- No va a ir a ningún lado, está muerto...
- No tienes corazón...
- No... no tengo. Vamos - contestó Kju -
Lentamente se alejaron del cadáver de su compañero en dirección al interior de la caverna.
El motorhome estacionó en la puerta del museo polifacético Rocsen. Antes de bajar repasaron el plan. Juan seguía sin entender nada, pero las miradas cansadas de sus compañeros lo hicieron callar y cooperar. El plan era simple pero muy dificil, debían encontrar y robar los articulos 21 y 23 de una de las colecciones. Ya en la entrada se cruzaron con un problema. De la nada se apareció un extraño personaje con un gorro de Gendarme que se puso a conversar con juan y tiberio. Con Juan debido a su extravagante sombrero Fedora, y con tiberio simplemente porque estaba al lado de Juan. Durante todo el reccorrido charlaron y terminaron riendo a carcajadas. Este personaje, llamado Alfonso Xavier Tiximoy, no pertenecía al cuerpo de gendarmes, pero había heredado dicho articulo de su tio. Los orientales encontraron dichos artículos y descubrieron unos conductos de ventilación en las paredes, que no eran más que unos extractores gigantes amurados a la pared con 4 tirafondos, a tan solo 60 centimetros del suelo. Esperarían a que se haga de noche, y cometerían el crimen.
Alfonso en la puerta del museo. |
- Muchachos, nunca me dijeron que hacen acá. ¿Por qué tantas evasivas? - preguntó Alfonso a los botijas -
- Alfonso, no podemos contarte. - Contestó Juan, con cara de preocupación - Pero puedo decirte que estamos embarcados en una empresa importantísima, de nuestro éxito depende la supervivencia de todos los seres que habitan esta tierra.
- Dejame ver si entendí bien... ¿Tenés un empresa de ecología y te la están embargando? - planteó Tiximoy, confundido.-
- No Alfo, no... Es mucho más importante... - Dijo Tiberio -
- ¿Greenpeace?
- No... Para hacerla fácil, aunque no nos creas, a Juan le hablaron unos extraterrestres y le avisaron que en 19 días, a partir de hoy, van a conquistar la tierra. Ahora estamos en plena misión de rescate terrestre. No te puedo dar detalles, porque la verdad no lo entiendo muy bien, pero estamos acá para conseguir algunas de las cosas que necesitamos para comunicarnos con "no se quienes" para que nos ayuden a hacer "no sé qué cosa".... - Explicó Tiberio.-
- No era necesario que me boludees... si no querés contarme no me cuentes... - replicó Alfonso, ofendido. -
- No te miente... es la verdad. - agregó Juan -
- ¿En serio?...
- Si - dijeron a coro los orientales -
- ¿Puedo ayudar en algo?... tengo auto...
- Una mano más no nos vendría mal... - dijo Juan mientras se dirigian a reunirse con el resto del grupo -
Pieza numero 21, el digitador. |
Pieza numero 23, el rotador luxúrico. |
A Fabio no le gustó nada que Juan y Tiberio hayan sumado a alguien mas al grupo, pero luego de enterarse de que Alfonso se unia con su auto, se calmó y comprendió lo util de esto. Decidieron entonces concentrarse en el plan. Entrarían a la noche por el conducto de ventilación y se llevarían ambas piezas. Quienes se encargarían serían Tiberio, Juan y Alfonso, que se ofreció como voluntario a cambio de que le explicaran mejor. Esto molestó mucho a Juan, ya que le explicaron a Alfonso mejor que a él, entonces salio a dar una vuelta. Para cuando regresó las piezas del museo ya habían sido extraídas, y se dirigían a la estación astrofísica de Bosque Alegre.
- ¿como lo lograron? - preguntó Juan, confundido.
- Alfonso es el sobrino del dueño. - Le explicó tiberio - Como nos comprometimos a cuidarlo, y luego devolverlo, nos lo prestó.
- Basta de pavadas muchachos. - dijo Fabio acercándose - Cuando lleguemos a bosque alegre, en dos horas, vamos a tener que entrar y trabajar rápido.
- ¿Qué vamos a hacer cuando lleguemos? - preguntó Juan-
- Contactar a los Burrugones... - le contestó Zerpa, como si no fuera gran cosa-
Mientras tanto, a vaya uno a saber qué distancia, una nave se internaba en el centro de una nebulosa, para luego aterrizar en la superficie de un pequeño y árido planeta ubicado en su centro. Los visitantes bajaron y saludaron amablemente a quienes los recibían, ni más ni menos que los Burrugones Antrolapicos.
- Bienvenidos a nuestro exilio, siéntanse como en su hogar... el primero... - Expresó amablemente Rukneijt, Lider de los burrugones -
Luego de los saludos de rigor, se dirigieron sin escalas a la sala de conferencia. Ante los sorprendidos Exterrestres, los Burrugones anunciaron el inminente llamado del grupo oriental...
Tiberio allanando en propiedad privada, |
El motorhome atravesó las sierras de cordoba y se detuvo en una tranquera de color verde, eran las 7:15 hs del día tres de febrero, los uruguayos bajaron del vehiculo y se acercaron al portón.
- ¿qué esperamos?.... vamos. - dijo Tiberio ni bien bajó, mientras saltaba la tranquera -
- Esa es la actitud. - Agregó Alfonso, siguiéndolo -
- ¿Llevamos mate? - preguntó Juan, sin recibir respuesta -
- Ha llegado el momento - Dijo Fabio, y se sentó frente a una gran consola -
- ¿Y ahora qué? - preguntó Juan, ligeramente preocupado -
- Ahora... crucen los dedos... - contestó Fabio -
Los representantes de las dos razas se encontraban sentados en un gran salón, esperando. Esperaban en silencio, todo aquello de lo que había que hablar ya había sido dicho, solo quedaba esperar. La espera era larga, pero ambos eran reconocidos por ser pacientes, muy pacientes. De golpe un ruido gris los estremeció.
- Ha llegado el momento - Exclamó Rukneijt - ¿Estamos todos listos?
Luego de eso el ruido se fue convirtiendo lentamente en una voz, la voz de Fabio Zerpa, que inundaba la habitación.
- Señor Zerpa, llevo años esperando este momento. - dijo en voz alta el lider Burrugón -
- Igual que yo, Rukneijt... - Contestó Fabio -
Tanto en la tierra, como en la nebulosa, quienes rodeaban a estos dos personajes se miraron sorprendidos.
Continuará...
En la próxima entrega de Juan Pelotas Campodonico: “Salvador de la tierra” titulada "Cebate uno"