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domingo, 28 de julio de 2013

De Meliseos y Duendes 2: El Imperio Contraataca

Aclaración: Esto fue hace mucho mucho tiempo. En esta galaxia. No en ninguna muy lejana. Borrá esa sonrisita de tu rostro. La cosa es que ya hace muchísimo que no laburo en esa Imprenta ni pierdo medias. Listo, eso era nomás.



 Eran las 6 de la mañana, me desperté al son de “Heat of the moment” de Asia. Mi corazón decía que siga durmiendo. Mis ojos también y mi cerebro decía “Tenés que ir a trabajar… Mejor quédate durmiendo”, pero como buen empleado (o pelotudo, lo dejo a su criterio) me levanté. Hacía un frío zarpado, por lo cual me vi forzado a taparme de nuevo e idear un plan para cagarme lo menos de frío que pudiera. Como se imaginarán, me cagué de frío igual, pero acá empieza realmente la historia. Cuando fui a ponerme un par de medias, al primero que agarré le faltaba una. Al segundo también. Decidí no molestar a los habitantes de mi armario y simplemente me puse una de cada una. Al día siguiente, pasó lo mismo, sólo que directamente ya faltaban pares. Al tercer día sólo tenía una media, o medio entero. Ya no podía seguir así, por lo que llamé a uno.
 
Así, una solita tenía.
-Rodolfo, Rodolfo… RODOLFO
-…
-RODOLFO LA CONCHA DE TU DUENDA MADRE, DESPERTATE.

No hubo respuesta de nuevo. Lamentablemente no tenía tiempo para mover el placard ni nada, así que dejé que duerma. Después de trabajar 9 (nueve) horas en la imprenta de SSatanás, intercalando miles de revistas con una sola media que amortiguara mi dolor, me puse a buscar a mis amiguitos. Estaban pero, PERO, atados y amordazados.

-¿Qué pasó, maquinolas? –Pregunté al liberarlos- ¿Tuvieron una violenta fiesta sadomasoca y no invitaron?
-No, pelotudo –Respondió Duende 1- ¿No escuchaste el quilombo que se arma desde hace unos días? Volvieron esos monos de mierda.
-¡¿¡¿LOS WACHITURROS ENTRARON A MI PIEZA?!?!?
-No, los otros –Respondió Duende 2- Los de colores que tienen un extraño fetichismo con las medias.
-No… NO… No otra vez…
-¿En serio no escuchaste nada? O sea, hasta hicimos una competencia de karaoke ayer. –Dijo Duende 4.
-¿Por qué se saltearon a Duende 3?
-Porque sos un puto- Respondió Duende 3.
-A tu culo lo disfruto.
-Más despacio que sos bruto.
-El tomate es un fruto.
-El perro de Mickey es Pluto.
-Agachate y conócelo.

En fin, para hacer una conversación larga corta, decidí ir a arreglar las cosas con los meliseos cara a cara, face to face, mano a mano,  cachete a cachete, ojo a ojo… Pero obviamente no iba a ir solo, por lo que llevé a Duende 27, Duende Raúl y Duende Mentalmenteinestable. Si voy a reclamar algo a una tribu/sociedad de monos gigantes de colores, no voy a ir sin una barra personal. Es una lástima que mi barra sean 3 pitufines de 10 centímetros, uno genérico, otro jugador de fulbo y un tercero que debería seguir una estricta dieta de Rivotril, pero bue, hay cosas peores, como esperar 1 año y medio para una segunda parte de algo que nunca va a salir. Ojo, no lo digo porque me haya pasado, pero conozco alguien que sí. Bué… Como todo tipo que no vive en Capital, me tomé el queridísimo Rocca hasta Constitución, porque no vivo en Capital, pero vivo en un lugar que pasa el Rocca, como podría ser Monte Grande, o podría no serlo o podría ser Merlo, o no merlo. Rían ante mi gracia.
Merlo.

 -El plan es el siguiente, tren hasta Constitución, comprar un pancho, sacarme fotos con PanchO’Donell y de ahí línea A hasta Bulnes- Decía Duende Raúl.
-Ok, ¿De ahí?
-De ahí nos vamos a Meliseololandonandia.
-¿Y cómo llegamos?
-Leensqucerpapnicantrab.
-Qué?
- Leensqucerpapnicantrab.
-QUÉ?
-LE TENÉS QUE HACER UN PAPANICOLAU A UN TRABA.
-…Andá a la concha de tu madre
-No, a la del traba, justamente
-Los trabas no tienen.

 En ese momento sólo sonrió el muy puto. No me gustó una mierda. Primero por la obvia razón de tener que meterle la mano a un travesti. Segundo porque ni siquiera sé lo que es un papanicolau. Pero no suena divertido: Papanicolau. Jaja, retiro lo dicho, suena bastante gracioso. Bueno, la cosa es que fuimos a la estación y nos tomamos el tren. Por algún extraño motivo la gente me miraba, no sé por qué, pero me arriesgo a suponer que no es común ver a un tipo con tres duendes en el tren. Menos si uno está agarrado de la oreja con los dientes y simulando ser un pendiente, pero se ven cosas más raras en el tren.   
 Una vez en Constitución Duende 27 quería ir al baño. 1° error del día. En el horario que entramos al baño, poco sabía yo, se llevan acabo raros rituales esotéricos que involucran cabras, mándalas, orina y el agua del puestito de panchos. La idea era escapar, pero una pequeña indiscreción de Duende Mentalmenteinestable nos vendió. Dijo algo así:
-..rr.rrrrraaaaa.rraaaaaarrrraaaaatatatatatATAtatatTATATtatatATATTA
-Eh, ameo, me parece que hay un rattata acá.- Dijo el que parecía más anciano de los ritualistas. Debería rondar los 20- Eh, ameo, no podé estar acá vo, ¿qué hacé acá?
-Emm, bueno, es que…- Y les relaté la historia.

 Increíblemente me escucharon, me dieron indicaciones y hasta nos sacamos una foto para el “Satan Daily”. Un amor los pibes.

 Al parecer, para llegar no hacía falta el procedimiento del papanicolau. Había una manera menos desagradable, que consistía en lo siguiente: mientras ellos bailaban a nuestro alrededor entonando himnos satánicos como el "Y lari lari le", nosotros nos bañabamos en un menjunje de sangre y materia fecal de chivito santafesino y decíamos a coro "Yo quiero ser siempre el mejor". Para mí asombro Duende Mentalmenteinestable no la cagó, y dijo lo que debía decir. Esto derivó en dos cosas simúltaneas : un viaje en el plano espacial de este universo y, lo más importante, una increíble cara de estupefación por parte de todos los presentes que conocíamos al duende de mierda ese desde el principio.  Es muy importante clarificar que durante todo el viaje sonó este tema.

Volviendo al tema, nos movimos por el espacio a una velocidad sólo comparable con la de el diesel a La Plata en un mal día. Para los que nunca viajaron en ese tren, les recomiendo que se tomen la costera. Posta. Al llegar nos encontramos cara a cara con el mismo meliseo que me atacó la última vez (tal vez sea tarde para decirlo, pero si no estás entendiendo algo, deberías fijarte acá) Jaja, pongo eso como si alguien nos leyera, sobre todo después de todo el tiempo a lo Lupine que tuvimos. Bueno, dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Necesito un apapacho.
APAPACHOOOO!!!!!!

 Ennn fin, llegamos y nos recibió el mono feo ese. Estaba dispuesta a desenvainar mi espada y gritarle FUS RO DAH!!!!... Haaasta que me di cuenta que no tengo ni espada ni voz como para gritar eso. EN eso decidí escribir una palabra con mayúsculas. Ah, y también vimos que Meliseolandia estaba devastada. No tuvimos tiempo para preguntar nada, ya que el Meliseojefe nos encaró:

-¡Gracias a <introduzca su dios favorito aquí> que llegaron! ¡Ya pensaba que el plan de las medias no había funcionado y no ibas a venir nunca! Sos el único que nos puede salvar, y veo que trajiste amigos. Y a ese.- Añadió viendo a Duende Raúl.
-¿Qué te pasa gorilón? ¿Estás enojado de que a vos no te llega el estado benefactor en estos tiempos?-Saltó el increpado.
-Se, se, como digas. Total, todos sabemos que Duende Messi ya te rompió el orto hace rato como goleador.

 Hubo un silencio incómodo. Lo siguiente que recuerdo es estar sacando a Duende Raúl de la oreja del Meliseojefe, a la cual ingresó con un machete a escala. Pasan cosas my locas cuando uno viaja por el espacio. Luego de que se calmaran, lo cuál no fue hasta el otro día, Goriloman (quien no se llama realmente así, pero no me iba a calentar en aprenderme el nombre) nos contó su historia.

 Luego del primer encuentro que tuvimos los meliseos decidieron volver a su tierra nativa de Meliseolandia, que es como un parque de diversiones pero para gorilas y si sos peronista no podés pasar. Claramente, como mi postura política es tal que todavía no sé ni siquiera qué se vota el 11 de Agosto próximo (si alguien sabe agradecería la información), pude pasar sin problemas. Bien, volvamos a los Meliseos. Cuando volvieron, se encontraron con que una raza extraña de seres de otro mundo había tomado el poder del lugar. Todos los juegos habían sido derribados y en su lugar se alzaban ahora enormes torres de más de 10 pisos con departamentos desde 1 a 3 ambientes. Estos seres se llaman los "Martillelocos" y se dedican a, bueno, hacer eso que les acabo de describir. Cuando Goriloman les reclamó el planeta ellos adujeron que él no tenía la escritura del planeta a lo cual mi simiesco amigo no respondió muy bien. Literalmente eh. Respondío
así:

-Pero este planeta es de nosotros y si yo habría sabido que iba a pasar esto nos veníamos yo y el hetor de raje para evitarlo.

El hetor.
 Mis oídos sangraban mientras el mono se explayaba de esa manera. Si seguía escuchandolo hablar así iba a tener que amputarme los pies para usarlos de tapones para mis oídos, por lo que puse manos a la obra.

 Mi primer plan fue conseguir una escritura para el planeta. Sí, eso mismo pensé. El trámite es muy largo y caro, como mi poronCHEEEEEEE!!!!
Cheeee!!!


Y ahora escribo entre imágenes porque soy re cool y re show, ah reeee.







 Volviendo al tema, mi plan B, si bien más ingenioso, era todavía más difícil. Quise contactor con el abogado interestelar más efectivo jamás conocido: J'onn J'onzz. "Si la gana, la gana igual con telepatía" es el slogan. Lamentablemente, se encontraba ocupado llorando por la cancelacion de Young Justice, porque a raíz de eso se tiene que bancar a la sobrina de nuevo en su casa, cochineando con Superboy y bajaneandole las papas fritas todos los días. 
CHEEEEE Strikes again!!!

  Y, como todos mis finales, ahora viene mi abrupto final. ¿Por qué, se preguntan Es simple, es clarCHEEEEEE!!!

Le pedí a mis amigos que me dejaran sólo un día con los Martillelocos. Una vez en solitario me preparé y los encaré. La narración mi accionar podría llevar muchas más palabras que las que ya utilicé para contar la historia, así que les voy a dejar una dramatización apróximada, porque una imagen vale más que mil palabras. Y un .gif supongo que valdrá, no sé, unos 1020.


Dramatización aproximada de lo que hice.

  Luego de tan heroico acto, los locos se fueron mientras les cantabamos "mirá mirá mirá, sacale una foto, ahí van los Martilocos con el culo roto"... Se, sin che esta vez.

 El viaje de vuelta fue más simple, sin exaltaciones excepto la pequeña avventura que tuvimos al cruzarnos con una careta de Rial fantasma pero esa, mis queridos onironautas del amor, es una historia para otro momento. Abrazo de gol.

martes, 9 de julio de 2013

Biciman: La sombra en el asfalto

Otra vez atraveseandolo, de nuevo lo veo pasar como gotas solidad, como milles de brillantes, de estrellas que me guiñan el ojo.
Pero no tengo tiempo para disfrutar, debo seguir, debo impulsar, no puedo parar.
Biciman ah llegado, y es hora de atacar.
Atacar para reclamar lo que siempre fue nuestro. Reclamarlo de los escupe humo que reniegan de nuestra existencia y nos amenazan a cada paso. Atacar a los moto ratones de Marte, que han se han pasado del otro lado y nos encuentran en todos los lugares que eran solo nuestros y desafían el territorio ganado con dedos doblados y rodillas raspadas.
Antes que el Bigotes abriera los canales, Biciman ya existía, su guerra ya declarada. Ahora, sufre interrupciones de gente que no entiende lo que esta en juego, que no ve, que se niega a ver el campo de batalla que se extiende frente a ellos, ignoran la historia sobre cada gota de alquitrán, cada recoveco, cada pozo. No entienden la nefasta intención con la reinaguracion de las calles empedradas.
Pero ellas no detendrán el avance. Todo lo que la piedra afloje, Biciman apretara. Todo lo que la piedra pinche, Biciman inflara. Y ahora, Biciman no esta solo.
Porque los canales no solo ofrecen un camino para robots a pedal. Han ofrecido trincheras para Biciman, y en ellas, Biciman encuentra aliados. Aquellos que no entendían su lugar en la fascista estructura transportista. Esos obligados a escapar del asfalto corrido por los mamuts de metal, o pagar diezmo para subir a sus estómagos. Esos con fuertes piernas, pero sin forma de llevarlas a su máximo potencial. Todos buscan alguna forma de libertad, todas obtenibles a partir de dos ruedas y un manubrio. La nueva arma del pueblo, la llave de su revolución, mi revolución, Nuestra revolución.
El anarco ciclismo esta aqui, allá, en todos lados. No se engañen. Estuvo siempre. No podían verlo antes, no podían verme antes. Hacer lo que hago, lo que ahora hacemos era visto como de locos. Y tal vez estuve loco, aventurandome en las arterias porteñas, peleándole el espacio a los colosos metálicos y sus carroñeras crías. Usando su propia velocidad en su contra, negando a pagar el derecho de piso que intentan cobrar al encerrarme contra cordones, veredas, postes...
Y intentando arriar esta lucha, de imponer una paz imposible en este asfalto que hierve aun en las fieras noches porteñas, el Bigote puso sus corrales amarillos, que brotaron como mala hierva desde el alquitrán. Ninguno de los batallantes lo esperaban o supieron como reaccionar. Todos perdían algo con esto, pero solo a mi me escupía en la cara. Transformaba mi acto revolucionario en algo fugaz, le quitaba su significado, su atrevimiento PUTA MADRE ¿DONDE HABIA QUEDADO EL COMBATE, LA ADRENALINA, EL HONOR, EL DUELO? ¡AHORA LOS MISMOS CICLISTAS SON PARTE DEL APARATO DE REPRESION, ASUSTANDO NO SOLO A LOS PEATONES, SINO A LOS CARBURADOS! ¡SU IMPUNIDAD LES DA UN AIRE DE POMPA PEOR A LA DE LOS LEVIATANES QUE AUN RECORREN LAS AVENIDAS! ¡Se han perdido los códigos, la ideología! ¡Son la misma mierda pero menos enlatada, lo que simplemente deja salir mas su enfermizo olor! Y por si fuera poco aparecen los moto ratones, traidores, cobardes, invasores...
Pero no nos dejaremos vencer. Ahora somos ejercito. Ahora somos legión. Y en las calles de Buenos Aires, con o sin cercos del Bigote, al escuchar los rayos girar, sabrás temer. Todos ellos sabrán que llego la hora. Que no hay impunidad, porque es asfalto no se mancha, el asfalto se rompe. Y rompiéndolo contra sus cráneos y sus cicliquetas. Se rompe con la fuerza amplificada de las piernas y los gritos de libertad. Un fuego que nunca se apaga y que busca la caricia del viento que solo la libre velocidad puede ofrecer. Ellos nos escucharan y temerán, pero solo en el asfalto nuestra sombra verán......
ANARCO CICLISTAS SIN MOTOR, EL AFALTO ES NUESTRO POR DERECHO ¡VAMOS A GASTARLO!