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lunes, 29 de abril de 2013

Juan Pelotas Campodonico: “Salvador de la tierra” -Parte 5- "De Tristán Narvaja al Corsódromo"

Atención:
            Usted está aquí...
           Pero es la parte 5 loco... Uhhh... si... a mi también me daría paja buscar las anteriores entre taaaaaaaantos otros posteos (?)... te la hago fácil.. mirá:


Ahora si... Capitulo 5:






      Esta es la historia de un hombre común – comienza a decir la voz de Morgan Freeman en tu cabeza mientras leés esto-. Un hombre común que se enfrenta a una situación inusual. Una empresa extraordinaria en manos de un hombre ordinario. Pero este hombre no está solo, lo acompaña un grupo de extravagantes  personajes que cumplirán un papel crucial en la historia. Durante las entregas anteriores hemos tenido el privilegio de ver a nuestro noble héroe enfrentarse a... casi nada. Pero los próximos días tendrán una gran importancia en la resolución final del conflicto. 





Dos de febrero de 2012, 19 días para la invasión. 


      Juan abre los ojos y automáticamente se estremece de dolor, confusión y temor, volviendo a cerrarlos. No tiene idea de donde está, qué pasó o qué está pasando. Vuelve a abrir los ojos y observa a su alrededor. Se encuentra recostado sobre una cama de una plaza, en una pequeña habitación que constantemente se tambalea y balancea. Se levanta rápidamente y un súbito mareo lo arroja al piso. Se incorpora con cuidado y se acerca a la pequeña puerta, a través de la cual le llega el suave murmullo de una conversación. El dolor de cabeza es espantoso y le cuesta concentrarse, casi tanto como mantener el equilibrio. Sus músculos le envían señales de dolor a su sistema nervioso central, quien hace un esfuerzo enorme por ignorarlas. Abre la puerta de un tirón, luego de intentar empujándola tres veces, y casi cae de espaldas al piso. Del otro lado se encuentra un pasillo con dos puertas, una a cada lado, que termina en una especie de comedor donde, sentados alrededor de una mesa, cuatro personajes conversan tranquilos. Mientras intenta mantenerse en pie reconoce a dos de los cuatro individuos, Fabio Zerpa y Tiberio. La habitación no deja de moverse como una tabla a la deriva mientras se acerca a la mesa, golpeándose contra todo, trastabillando y a punto de vomitar. Los demás callan y lo observan detenidamente.


¡Ahí vá, al final te despertaste Bó! – Exclama uno de los desconocidos luego de terminar un mate-.
    
Juan, te presento a Policarpo Perea – dice Zerpa mientras señala al otro desconocido –
    
Buenas, un gusto. – Contesta Juán sin entender nada - ¿Donde estamos?.

Y este caballero es Tulmiro Cubelio Ortiz. – Agrega Fabio, ignorando su pregunta –

Un placer conocerte Bó, podés decirme Tucu – contesta ofreciéndole un mate –

- Igualmente – responde Campodónico agarrando el mate y vaciándolo de un sorbo mientras toma asiento en el bamboleante comedor –

Estamos en el Motorhome de Tuco – indica Policarpo señalando en dirección a una cortina negra ubicada al frente del vehículo –

¿Y Tuco quién es? – Indaga nuestro joven héroe oriental –

El amigo de Tucu – responde Tiberio – ¿Como estás?, llevás tres días inconsciente.

¿En serio?, ¿qué pasó? – pregunta mientras se acaricia la cabeza – No recuerdo nada.

No importa, ya habrá tiempo para esto – interrumpe Zerpa – Hay que seguir con el plan.

¿A donde estamos yendo? – pregunta el oriental... Bah... uno de ellos –

A Cordoba – contesta Tucu pasándole otro amargo –

¿A qué? – interroga Juan Pelotas, cada vez mas confundido, mientras bebe a sorbos la infusión –

Estamos en camino a la Estación Astrofísica de Bosque Alegre. Pero antes, tenemos que ir a Nono... – Contesta Fabio –

A visitar el Museo Polifacético Rocsen... – Agrega Tiberio ante la perpleja mirada de su amigo.

Nerdía impulsandose por el espacio.


      En Nerdia reinaba el caos. Luego de que la PLUPONIF comenzara a sonar y chirriar contante e insoportáblemente. Los molestos e impresionados nérdicos salieron en tropel de la habitación. Eran solo tres quienes allí se encontraban, los mismos tres con quienes Zerpa se había comunicado aquella primera vez. No es una casualidad, es tan solo una larga historia. Una larga historia que comienza el día en que Fabio descubrió los oscuros planes de los Nerdicos. Una larga historia que será contada en otro momento. Kju, Kluyc y Sirket se encontraban ahora intentando alejarse lo más posible de la caverna. Raudamente se dirigieron hacia los condensadores lumínicos, los rodearon a la carrera y siguieron el camino hasta los galpones de hibernación. Discaron el código e ingresaron, luego de cerrar la puerta los molestos sonidos de la PLUPONIF aún podían ser escuchados desde la distancia. Se miraron asombrados. Aún no habían cruzado palabra alguna. 


- ¿Qué sucedió? - gritó Sirket, rompiendo el hielo -.

- No lo sé - contestó Kju consternado -.


     Ambos miraron a Kluyc, que estaba boquiabierto y con la mirada perdida. De pronto cerró la boca, los miró a ambos lentamente y comenzó a hablar.

- Podría ser... - dijo, para luego callar -.

- ¿Podría ser... qué? - preguntó Sirket, impaciente -.

- Podría ser... ¿una trampa? - concluyó Kluyc, ligeramente asustado -.

      
      Kju cerró los ojos y agachó la cabeza lentamente. Con la misma tranquilidad levantó su mano, mientras la cerraba. Entonces descargó un golpe de puño, lleno de rabía, contra la pared. Los otros dos lo miraron asombrados. Kju era un témpano, jamas exteriorizaba ningún tipo de emoción. Luego levantó la cabeza y con absoluta calma comenzó a hablar.


- Debemos volver, YA. - expresó tranquilamente, aunque la cólera era evidente -.

- No me parece prudente... - acotó Sirket -.

- ¡Debemos volver! - Repitió alzando la voz -.

- Podríamos esperar un rato... - agregó Kluyc .-


      La mirada de Kju se clavó en ambos. Primero en uno, luego en el otro. Se dió vuelta y salió de la habitación, hacia el frio y desertico exterior. Kluyc y Sirket se miraron, en silencio, respíraron hondo y sin decir nada salieron.




- Sigo sin entender nada... - Repitió, ya enojado, Juan -



- Nunca entendés nada... - Argumentó Tiberio -



- ¿Qué querés saber? - Preguntó Policarpo, ya harto de la misma discusión -



- Todo... Quiero la respuesta a TODO... - Contestó Juan -



- Ah... esa es facil... 42 - Contestó Tuco desde la cabina -




      Tucu estalló en un ataque de risa, junto con Tuco. Los cuatro restantes se miraron sin entender nada.



      La historia de Tuco y Tucu merece ser contada. Se conocieron en Piriapolis durante el verano del 96, jugando al futbol en la playa del puerto de yates. Con trece años recién estrenados, unas championes destrozadas y cientos de sueños, que años mas tarde se convertirían en frustraciones. Luego del partido tomaron un agua "salus", que compraron juntando monedas, y se quedaron varias horas charlando sin imaginar que cuatro años después Tucu empezaría a usar silla de ruedas y el destino los separaría, solo para volver a unirlos. Tuco, apodo que obtuvo gracias a su abundante melena rojiza, creo con su amigo un lazo unico durante los años previos al accidente. Dicho accidente, que postró a Tucu en una silla, sucedió durante el verano del año 2000. Tucu estaba noviando con la hija del Coronel Podelsio Quiroga Strauss, un militar digno de temer. Un día de verano se dirigió a la casa de su pareja, sin saber que sería la ultima vez que pasearía por su amado piriapolis a pie. Al llegar la encontró vestida con el uniforme del colegio, a pincipios de febrero, del año siguiente a su graduación. Solo podía significar una cosa... Sexo. La casa estaba vacía y aprovecharon para dar rienda suelta a su morbosidad juvenil. Ellá tomó la iniciativa y, luego de bajarle el pantalón y el boxer de un solo movimiento, comenzó a practicarle sexo oral, sentada en el sillón. Entonces sucedió lo imprevisto. Tucu estaba extasiado, flotando en un mar de placer mientras ella, concentrada en su labor, recorría todo se sexo con su boca y su lengua, aumentando y disminuyendo la presión. Ninguno de ellos escucho la puerta, ni los pasos, y en el momento del climax un grito ahogado a su espalda los sobresaltó. Tucu solo atinó a darse vuelta y entonces vio a sus suegros, tres pasos detrás suyo. La sorpresa hizo que no se percatara de que al darse vuelta estaba eyaculando. Luego de empapar en semen a su suegra, y ver la cara del Coronel, decidió escapar por la ventana, olvidando que el departamento se encontraba en un tercer piso. La caída le fracturó las dos piernas, un brazo y la cadera. Luego de tres largos meses en coma, despertó paralizado de la cintura para abajo. Tuco fue uno de los primeros en enterarse y durante los tres meses que su amigo pasó en coma fue todos los días a leerle  y releerle durante una hora su historia favorita, "la guia del autoestopista galactico". Un año despues del accidente Tuco se mudaría a Buenos Aires, volviendo a piriapolis en el año 2005, con un motor-home nuevo, dispuesto a recorrer el mundo con su amigo, con el cual fantasearon dicho viaje desde que se conocieron, 9 años atrás. Su viaje duró 6 años y a mediados del 2011 se asentaron en la Republica de Lugano. Allí conocerían, por pura casualidad, a Policarpo quien les pediría ayuda para transportar al grupo oriental a su destino.





La ciudad de quienes recibieron el mensaje. "¡¡¡Lindo rancho eh!!!"



      En un alejado rincón del cosmos, una fuerza de incomprensible poder recibe un mensaje inesperado. Están absortos, la comunicación los tomó por sorpresa, pero luego de una breve reunión deciden responder a dicho llamado. Raudamente eligen un representante y preparan una comitiva para que lo acompañe. Casi sin despedirse de sus seres queridos se suben a la nave y se dirigen al encuentro de quienes realizaron dicho llamado. Durante el viaje, estos seres, elaboran hipótesis y discuten si están haciendo lo correcto. Es algo totalmente fuera de lo común, nadie esperaba algo así, menos aún Merkit que sin decir nada se sienta frente al ordenador y comienza a investigar. A cientos, o quizás miles, de años luz de distancia los Nerdicos Kju, Sirket y Kluyc se encaminan de regreso a la caverna donde se encuentra la PLUPONIF. Kju está decidido a descubrir que está sucediendo, Sirket y Kluyc están demasiado asustados como para desobedecerlo. La PLUPONIF sigue chirriando y gimiendo, Kju se tapa los oídos e ingresa, seguido de sus compañeros. Sirket no soporta el ruido y la confusión lo hace desmayarse. Kluyc se detiene y observa a su amigo, los oídos le sangran y con los ojos inyectados lanza un ultimo estertor y muere. Kluyc levanta al caído y lo lleva al exterior. Kju, en cambio, sigue impertérrito su camino hacia la maquina. Trastabilla un par de veces, pero no se detiene. Al llegar saca una mano de su oído y cerrando los ojos saca la otra. Tiembla mientras cierra los ojos e intenta contenerse, el ruido y el barullo lo envuelven, lo aterran, pero el continúa la búsqueda del problema. Decide detener el funcionamiento de la maquina y luego de ingresar los códigos correspondientes la PLUPONIF cesó lentamente su insoportable ruido. Kju se levantó apurado y un súbito mareo casi lo derriba, se tomó con ambas manos de la consola, cerró los ojos y respiró hondamente. Sus oídos seguían interpretando una sinfonía de dolor. Aturdido y confundido, sacudiendo la cabeza, se alejó de la consola, en dirección al exterior. Al salir se encontró con Kluyc de rodillas frente al cuerpo inerte de Sirket, sollozando. Se acercó y comprobó los signos vitales, sin encontrarlos. Lentamente se irguió y dijo.



- No hay nada que podamos hacer, vámonos. Tenemos trabajo que hacer.


- ¿Y dejarlo aquí tirado? - Pregunto anonadado Kluyc. -



- No va a ir a ningún lado, está muerto... 



- No tienes corazón...



- No... no tengo. Vamos - contestó Kju -




     Lentamente se alejaron del cadáver de su compañero en dirección al interior de la caverna. 






     El motorhome estacionó en la puerta del museo polifacético Rocsen. Antes de bajar repasaron el plan. Juan seguía sin entender nada, pero las miradas cansadas de sus compañeros lo hicieron callar y cooperar. El plan era simple pero muy dificil, debían encontrar y robar los articulos 21 y 23 de una de las colecciones. Ya en la entrada se cruzaron con un problema. De la nada se apareció un extraño personaje con un gorro de Gendarme que se puso a conversar con juan y tiberio. Con Juan debido a su extravagante sombrero Fedora, y con tiberio simplemente porque estaba al lado de Juan. Durante todo el reccorrido charlaron y terminaron riendo a carcajadas. Este personaje, llamado Alfonso Xavier Tiximoy, no pertenecía al cuerpo de gendarmes, pero había heredado dicho articulo de su tio. Los orientales encontraron dichos artículos y descubrieron unos conductos de ventilación en las paredes, que no eran más que unos extractores gigantes amurados a la pared con 4 tirafondos, a tan solo 60 centimetros del suelo. Esperarían a que se haga de noche, y cometerían el crimen.


Alfonso en la puerta del museo.



- Muchachos, nunca me dijeron que hacen acá. ¿Por qué tantas evasivas? - preguntó Alfonso a los botijas -



- Alfonso, no podemos contarte. - Contestó Juan, con cara de preocupación - Pero puedo decirte que estamos embarcados en una empresa importantísima, de nuestro éxito depende la supervivencia de todos los seres que habitan esta tierra.



- Dejame ver si entendí bien... ¿Tenés un empresa de ecología y te la están embargando? - planteó Tiximoy, confundido.-



- No Alfo, no... Es mucho más importante... - Dijo Tiberio -



- ¿Greenpeace? 



- No... Para hacerla fácil, aunque no nos creas, a Juan le hablaron unos extraterrestres y le avisaron que en 19 días, a partir de hoy, van a conquistar la tierra. Ahora estamos en plena misión de rescate terrestre. No te puedo dar detalles, porque la verdad no lo entiendo muy bien, pero estamos acá para conseguir algunas de las cosas que necesitamos para comunicarnos con "no se quienes" para que nos ayuden a hacer "no sé qué cosa".... - Explicó Tiberio.-



- No era necesario que me boludees... si no querés contarme no me cuentes... - replicó Alfonso, ofendido. -



- No te miente... es la verdad. - agregó Juan -



- ¿En serio?...


- Si - dijeron a coro los orientales -


- ¿Puedo ayudar en algo?... tengo auto...



- Una mano más no nos vendría mal... - dijo Juan mientras se dirigian a reunirse con el resto del grupo -






Pieza numero 21, el digitador.
Pieza numero 23, el rotador luxúrico.
     A Fabio no le gustó nada que Juan y Tiberio hayan sumado a alguien mas al grupo, pero luego de enterarse de que Alfonso se unia con su auto, se calmó y comprendió lo util de esto. Decidieron entonces concentrarse en el plan. Entrarían a la noche por el conducto de ventilación y se llevarían ambas piezas. Quienes se encargarían serían Tiberio, Juan y Alfonso, que se ofreció como voluntario a cambio de que le explicaran mejor. Esto molestó mucho a Juan, ya que le explicaron a Alfonso mejor que a él, entonces salio a dar una vuelta. Para cuando regresó las piezas del museo ya habían sido extraídas, y se dirigían a la estación astrofísica de Bosque Alegre.

- ¿como lo lograron? - preguntó Juan, confundido.


- Alfonso es el sobrino del dueño. - Le explicó tiberio - Como nos comprometimos a cuidarlo, y luego devolverlo, nos lo prestó.



- Basta de pavadas muchachos. - dijo Fabio acercándose - Cuando lleguemos a bosque alegre, en dos horas, vamos a tener que entrar y trabajar rápido. 



- ¿Qué vamos a hacer cuando lleguemos? - preguntó Juan-



- Contactar a los Burrugones... - le contestó Zerpa, como si no fuera gran cosa-





     Mientras tanto, a vaya uno a saber qué distancia, una nave se internaba en el centro de una nebulosa, para luego aterrizar en la superficie de un pequeño y árido planeta ubicado en su centro. Los visitantes bajaron y saludaron amablemente a quienes los recibían, ni más ni menos que los Burrugones Antrolapicos.


- Bienvenidos a nuestro exilio, siéntanse como en su hogar... el primero... - Expresó amablemente Rukneijt, Lider de los burrugones -

      Luego de los saludos de rigor, se dirigieron sin escalas a la sala de conferencia. Ante los sorprendidos Exterrestres, los Burrugones anunciaron el inminente llamado del grupo oriental...

Tiberio allanando en propiedad privada,


      El motorhome atravesó las sierras de cordoba y se detuvo en una tranquera de color verde, eran las 7:15 hs del día tres de febrero, los uruguayos bajaron del vehiculo y se acercaron al portón.


- ¿qué esperamos?.... vamos. - dijo Tiberio ni bien bajó, mientras saltaba la tranquera -

- Esa es la actitud. - Agregó Alfonso, siguiéndolo -

- ¿Llevamos mate? - preguntó Juan, sin recibir respuesta -

Estación astrofisica Bosque Alegre.

      Uno a uno (empate) ingresaron a la propiedad y se dirigieron sin escalas hasta la estación astrofisica. Todos salvo Tuco y Tucu, que esperaron en el motorhome jugando al jodete. Al llegar a la estación ingresaron y sin escalas se dirigieron al observatorio. La Estación Astrofísica de Bosque Alegre (EABA) pertenece al Observatorio Astronómico de Córdoba. Se encuentra emplazada en un predio de 15 hectáreas ubicado a 50 Km de la ciudad de Córdoba. Fabio tomo los articulos tomados del Rocsen y los acopló a una extraña maquina que se encontraba en el centro del salón. De su bolsillo sacó dos piedras y las ubicó cuidadosamente en el rotador luxúrico. De pronto el mismo comenzo a moverse, moviendo el digitador, el cual movió el telescopio. Durante media hora el movimiento fue constante, hasta que de pronto el telescopio se detuvo.


- Ha llegado el momento - Dijo Fabio, y se sentó frente a una gran consola -

- ¿Y ahora qué? - preguntó Juan, ligeramente preocupado -

- Ahora... crucen los dedos... - contestó Fabio -



     Los representantes de las dos razas se encontraban sentados en un gran salón, esperando. Esperaban en silencio, todo aquello de lo que había que hablar ya había sido dicho, solo quedaba esperar. La espera era larga, pero ambos eran reconocidos por ser pacientes, muy pacientes. De golpe un ruido gris los estremeció.


- Ha llegado el momento - Exclamó Rukneijt - ¿Estamos todos listos?


     Luego de eso el ruido se fue convirtiendo lentamente en una voz, la voz de Fabio Zerpa, que inundaba la habitación.


- Señor Zerpa, llevo años esperando este momento. - dijo en voz alta el lider Burrugón -

- Igual que yo, Rukneijt... - Contestó Fabio -


      Tanto en la tierra, como en la nebulosa, quienes rodeaban a estos dos personajes se miraron sorprendidos.


Continuará...

En la próxima entrega de Juan Pelotas Campodonico: “Salvador de la tierra” titulada "Cebate uno"

lunes, 1 de abril de 2013

Casi Cien... Por Ciento...


Bueno muchachada, como todos saben(?) la banda plinense se estuvo haciendo la piola en LIA! y anunciaron próximos escritos ((algunos desde el año pasado)) que nunca publicaron. El último escrito es de hace TRES meses. Ay me siento Bicho pseudo-indignándose por el bache de posteos entre lo último de Lupine y "Pongo otra cosa sólo por respeto". No, si no leés LIA! se te va a complicar un toque entender todo este palabrerío, pero podés skippearlo sin problemas, no vas a perder el hilo de lo que voy a contar a continuación, palabra de plinense(?).
En otras noticias, la comisión directiva está analizando la permanencia de Pastoman, quien tiene los días ((o meses, teniendo en cuenta los tiempos de esta página)) contados si no publica pronto la parte 5 de su aclamada saga "Juan Pelotas blabla...", al igual que el Pirata y Fher, que son los que menos han posteado y Tiier, por dejar un escrito colgado en drafts por demasiado tiempo. Apúrense o van a tener que darme el gusto otra vez, como en el último escrito de Fher, o en la historia de zombies de LIA! que btw, cayó en el olvido.

Ahora sí, en un humilde pero no por eso menos emotivo intento de sacar a PLINA de su estado comatoso actual, los dejo con un relato de lo más verídico... Auf wiedersehen!

Ay ¡qué felicidad! fui a ver a una de mis bandas favoritas en vivo, vinieron
después de unos cuantos años de ausencia tras sacar su último disco, 99%.

Claro, ya adivinaron, estoy hablando de Ska-P. La banda de ska más conocida del mundo. Pues bien. Lu hace desde la última vez que estuvieron que quería ir a verlos ((porque antes de eso era boluda y no los escuchaba, claro está)). Cuando se enteró, a través de la página oficial que venían a Argentina después de sacar su último disco en gira de presentación del mismo, dijo "TENGO QUE IR", sí, en mayúscula.

Casi instantáneamente, salió un duende medio raro de abajo de la cama. Era verde, tenía unos pantalones a cuadrillé símil escocés, supongo, y estaba en cuero. Muy peludo, eso sí, hecho que explicaba parcialmente que estuviera en cuero ya que era verano, y sonreía demasiado... como si le hubiesen contado un chiste que no podía olvidar, o te hubiese visto a vos tratando de que se te pare. Ah, ¿me fui a la mierda? bueno, perdón. No, perdón un carajo, chupala(?). No, bueno, tampoco para tanto. Bueno, ¿te cuento o no?


Cuestión que este divertido personaje, me miró fijo y, después de encandilarme con el reflejo de los dientes ((en serio, no paraba de sonreír)) y sosteniendo un rectángulo celeste y blanco en sus manos me dijo algo así como "¿Qué te parece si vamos juntos a ver a Ska-P?", a lo que respondí "¿Vos sos real?". Sosteniendo otro rectángulo de similares características me dijo "Sí, boluda, quise chamuyar a los de Livepass pero al final tuve que comprar una entrada para mi también, y como tengo poderes mágicos(?) sé que en Abril vas a escribir sobre esto y se me ocurrió adelantarme al hecho,
Sí, fue posta.
convirtiéndome en partícipe, siempre quise salir en un escrito de PLINA" ((dicho esto, agitó los ojos intentando parecerse a Marilyn Monroe, o algo así, no sé, la cuestión es que por un instante le tuve miedo)). Con lo cual deduje que seguramente me encontraba bajo efectos de algún estupefaciente bastante fuerte. Claro que eso no me impidió inquirir sobre la efectividad de sus poderes que le permitía adentrarse en visiones del futuro y colarse debajo de mi cama, pero no en un recital de ska. No hubo respuesta, respeté su silencio. Aún no me entregaba la entrada y no quise fastidiarlo a ver si se arrepentía... 


"Che, a todo esto... vos, ¿cómo pija te llamás?" Le pregunté, asumiendo que él sí sabría mi nombre.
"Ricardo, Mistress, me llamo Ricardo. Pero que ni se te ocurra decirme Ricardito o que se te antoje un Ricardito ahora... uh, tarde ¿no?"
"Sí, totalmente... qué ganas de algo dulce, lpm".
"Ok, tomá"
"Tamadre, ¿también podés hacer aparecer cosas dulces?"
"Sí, sólo golosinas. No bebidas ni cosas saladas. Un garrón, pero le veo el lado positivo, al duende de las cosas de copetín le tocó llevar a una quinceañera a un recital de Arjona. Y al del asado... si te cuento te morís."
"Yh, contame, ya que estás, y mientras tanto, armate uno, tomá, yo voy poniendo el mate."

El susodicho se acomodó, no me pregunten cuándo fuimos ni cómo llegamos a la cocina, pero ahí estábamos y yo ponía el mate mientras él me contaba que al duende del asado le tocó darle el gusto a una pareja de jovatos a los que les encantaba el tango y los clubes swinger. Mejor no les cuento más.

Todo esto que describo no me impidió aceptar y el tal Ricardo me dejó la entrada con la promesa de pasar a buscarme en una alfombra mágica marca Renault ((o Volkswagen, no recuerdo)) el día del recital. Ahora la que sonreía era yo. ¿Cómo que cómo? Así, mirá: =D

Pasaron un par de meses y llegó el día. Me preparé, Ricky me había traído en el interín una remera de Ska-P muy copada para que luzca el día D. Hasta me peiné, sí, estaba contenta. Así, mirá: =D. Mientras me planchaba el pelo me suena el celular. Número desconocido. Atiendo. Era Ricardo. La conversación fue de lo siguiente:

"Negra, no llego a buscarte, ¿podés acercarte hasta Parque Chacabuco? Me retuvieron en otro laburito, un nene que quería ir al cine, yh bueno, lo tuve que llevar al baño un par de veces, y fumarme la película, ya sabés, soy el único de toda mi especie que hace golosinas... los críos me los encajan siempre a mi. Jodido. ¿Podés?"
"Yh daaaaaaaale, menos mal que me avisaste con tiempo, no te olvides de la entrada, te veo ahí en una hora, habría que estar temprano para no perdernos ningún tema y enganchar un buen spot"
"Oka"

Después de empilcharme salí feliz y contenta con Ska-P ((obvio)) sonando a todo lo que dan mis auriculares. Me enfundé en el gigante de lata que me llevaría al destino prefijado y llegué temprano, por lo que aproveché para llenar mi cuerpo de energizantes y nicotina. Me senté en un arbolito del mencionado parque a fumarme un pucho tranca mientras Ricky llegaba. En eso me manda un mensaje: "Acercate a la parte del medio del parque, te espero en unas mesitas que tienen como tableros de ajedrez." No respondí. Me dirigí al lugar.

Ahí estaba, lo recordaba más grande. Probablemente haya sido efecto de mi estado anterior, cuando estás careta las cosas se ven distintas. Pero mediría como mucho un metro, aunque conservaba su tono verde. Por un segundo me llamó la atención toda la situación, dado precisamente el hecho de no estar bajo efecto de ninguna droga en este caso, o el hecho de que a nadie le llamara la atención dicha presencia, no vi miradas curiosas, no parecían siquiera notar que estaba con alguien. No pregunté. No acoté. Lo único que importaba era Ska-P.

Seguía siendo temprano, así que decidimos colgar un rato en el parque mirando el anochecer... el amanecer hubiera sido muy mainstream. Además, el recital estaba fijado para las 2100hs. Colgamos de tal forma que se nos terminó de cerrar la noche encima.

De ahí fuimos a dar unas vueltas, debíamos proveernos de algún comestible ya que ambos desfallecíamos de hambre y ninguno de los dos tenía ganas de comer golosinas en ese momento. ¿Una birra? ¿Por qué no? Yh daaaaaaaaale.

También pasamos por un restaurante de comida rápida, de esos con la "M" amarilla gigante... como para demostrar nuestro apoyo a Ska-P y sus ideales ^^. Nótese el hecho de que en ningún momento nos aprovisionamos con algo hidratante. Agua o jugo. Nada.

Llegamos a Ferro. Desde unas cuadras antes se escuchaba la voz de Pulpul agitándola y haciendo quilombo. "Tamadre, ya empezó", pensé. "Uh boluda, perdoná, colgamos banda", dijo Ricky. "Todo bien, negro, digo... verde... la estoy pasando joya igual", le respondí. Fue posta, me cagué de risa con el enano.

Llegamos, los últimos metros los corrimos, el personal del estadio organizaba a los ingresantes de forma respetuosa y educada:

"CAMPO POR LA CALLE, VAMO' VAMO' VAMO'", al tiempo que aplaudían para añadir énfasis a la anterior orden. Corrimos. Por la calle, obvio.
"¡¡¡ENTRADA EN MANO!!! ¡¡¡ENTRADA EN MANO!!!", a lo que respondimos agitando las entradas.

Llegamos a la puerta, un moncho nos cortó la entrada y tomados de la mano nos aventuramos entre la muchedumbre punkosa y skaposa (?). Qué romántico, ¿no?. Bueno, todo muy lindo, todo muy hermoso, el recital un crack. Hasta que pintó la sed.

Lo miré a Ricky, que había conseguido que una fan de Ska-P que bailaba como salida de una propaganda de ropa interior femenina lo sostuviera en sus hombros, mientras él se armaba un caño para alentar a la banda en su perforance del tema "Cannabis", ¿no lo conocés? buscalo.

La sed siguió, con cada minuto que pasaba se hacía más y más fuerte. Pero la Mistress no paraba de saltar y bailar. La boca pastosa. Miré a Ricky, quien se encogió de hombros y articuló desde la altura la frase "Sólo golosinas".

En medio del suplicio/disfrute oigo un grito desgarrador: "FRÍA EL AGUAAAAAAA. ¡¡¡FRÍA EL AGUAAAAAAAAAA!!!". "¿Cuánto está, maestro?". "$20".

"¿¿¡¿¿QUÉEEEEEEEEEEEEEEEE??!??", ni en pedo le iba a pagar veinte mangos medio litro de agua a ese hijo de puta. "Espero", le dije a Ricky. Seguimos.

Perdí la cuenta de la cantidad de veces que la banda se fue del y volvió al escenario. Pero lo cierto es que llegó un punto en el que ya no podía pensar en nada más que en un nuevo diluvio universal, cascadas, fuentes, lluvia, botellas color celeste translúcido, y etcéteras varios del estilo. Finalmente, llegó el final.

Salimos, caminamos unas 10 interminables cuadras, o algo así, hasta que conseguimos un quiosco que nos vendió el triple del agua del recital por $12 menos... hagan cuentas.

Throbbing feet, aching legs, satisfaction feeling. Al fin y al cabo, guardaré seguro un buen recuerdo del día. 

De regalo, les dejo un temita del disco nuevo que la rompió en el recital ^^



PD: Seguro se preguntan qué pasó con Ricky. La verdad, no lo sé. Después de la escena en la que se excusó por su incapacidad de conjurar agua se volvió olvidadizo y no recordaba bien quién era yo, ni qué hacía con él ahí. Creo que le dieron roofies o algo así, pobrecito. Después de bajarnos el litro y medio de agua se me perdió por las calles de la capital. Nunca lo volví a ver. Ojo, capaz aparece, esto fue apenas hace una semana. Pero bueno, nunca llegué a agradecerle, así que este escrito va dedicado a él. Gracias loco, lo pasé de lujo.


Lalala ♪♫