De por qué me siento odiado

Holala. Primero que nada, quiero decir, para aquellos que no lo saben, que mis apariciones acá van a ser bastante distanciadas, ya que carezco de PC propia y otras giladas por el estilo. Si alguien espera Crónicas II (pffff... cómo si alguien realmente esperara algo de mí) lamento decirles que va a tomar su tiempo. No creo que un año y medio, pero ponele que 18 meses. Soy un puto genio. En fin, ya que no voy a poder escribir mucho, no me queda otra que recurrir a cosas verídicas. Sin más, aquí algunas conversaciones que me hacen sentir muy poco querido:

Hablando con mi abuela y hermana sobre remodelar el baño:
Hermana: Pero abu, si yo ya compré aguarras, barniz y lijas el otro día.
Abuela: Entonces todo lo que compramos fue al divino botón.
Yo: (Sintiendo que debo darle ánimos para que no se sienta mal por haber comprado figuritas repetidas)No, la pintura para los azulejos no.
Abuela: (Se para en seco, mira hacia mi dirección general con los ojos bien abiertos) ENTONCES NO HACEMOS NADA EN EL BAÑO.
Moa: Por qué?
ABUELA: PORQUE ME DECÍS QUE LA PINTURA DE LOS AZULEJOS NO, BLA BLA BLA...
Yo: Pero yo digo que la pintura de los azulejos sí...
Me mira un instante que parece eterno, gira un aproximaado de 90 grados y se va....

Tratando de consolar a mi hermana:
Busqué a mi hermana para decirle algo un buen rato y al final la encontré en el patio. No se me ocurre una mejor manera de describir ese momento como, para los que jugaron alguna vez Left 4 Dead, cuando te encontrás con una Witch.
Hermana:-Sollozo- -Sollozo-
Yo: Che, que te pasa... (Poso mi mano en su hombro)
Hermana: GUUAAAYYAAAAEFMIOKPAS(Revolea mi brazo en y se levanta rápido gritandome... Como la Witch.)
De más está decir que corrí hacia el interior de la casa y me refugié en mi siempre fiel PSOne.

Esto sí que fue amor maternal:
Yo: Te quiero, má.
Mamá: ¿Viste ese trapo de ahí? Pasamelo.

Un favorito personal:
Rondaba los 6 años cuando sucedió esto. Mi señoro padre trabaja de vendedor, y todo el tiempo llamaban a casa clientes buscandolo. La respuesta que obtenían siempre era "No se encuentra en este momento" porque mi procreador se encontraba durmiendo la siesta. Yo nunca, pero nunca estaba autorizado a atender el teléfono, por lo que atendí:
YO: Hola?
Cliente: ¿Está Jorge?
Yo: Sí ahora te paso. (despierto a mi padre y le susurro que tiene una llamada)
Padre: (susurrando) La puta que te parió, sabés que no estoooy cuando llaman, ¿para qué mierda atendés? (Atiende el teléfono) ¿Qué hacés, Marito? ¿Todo bien, papá?...
 15 minutos más tarde:
Padre: NO VUELVAS A ATENDER EL TELÉFONO,¿ ENTENDISTE? TE LO DIGO SIEMPRE, SI LO VOLVÉS A ATENDER TE CAGO A PATADAS EN EL CULO.

 Cómo veran, mi papá era bastante susceptible cuando lo despertaban de su siesta. Juré no atender el teléfono hasta tener treinta años. 2 años después rompería ese juramento y empezaría a pasarle con TODOS sus clientes.

El juego del miedo:
Con dos de mis mejores amigos propusimos un juego: Uno se subía al Ginkgo que estaba en el patio de la casa de uno, y los otros le revoleabamos objetos contundentes. La verdad es que el juego lo propuse yo, sin ninguna tipo de intención de que sea aceptado, pero si alguno de ustedes nos conociera, sabrían que la obviedad de la aceptación era enorme. Para hacerla corta, mientras que al primero no le pasó nada grave, a mí me hicieron esto:

Sí, es mi cabeza. Tuve una concha en la cabeza.

La vez que hice un power trío y me echaron:

Mustaine, Zorak y Yo.

 

Hice un power trío con los que ven ahí arriba. Sacamos un DVD y todo, se llamaba "Gargajeando la papada del gordo de enfrente" pero hubo problemas y me echaron.

Bueno, me gustaría seguir escribiendo, pero creo haberme humillado bastante ya, y me quedo sin tiempo. Les dejo este cortometraje increíblemente serio que hicimos con unos amigos.

 

 Como dirían en JMU, muen, cha!