Die Nacht der Museen (Un garche a lo Morfeo) -Escrito en Stereo-

[Ante todo, queremos aclarar que todos los hechos que se describen a continuación pertenecen exclusivamente al ámbito de la ficción. Una ficción creada en conjunto por los aclamados(?) Pastoman y Mistress of Dreams. Cualquier semejanza con la realidad, esta, o cualquier otra, paralela o transversal, es mera coincidencia. O no. No sé. Fíjense... están avisados. Que lo disfruten, y si no lo disfrutan, mejor.]

Tal como profesa la antigua leyenda, la noche del tricentésimo decimocuarto día del año (314), 51 días antes de fin de año, se desarrolla una fiesta de insuperable estilo. Algunos le dicen “La Noche de los Museos”. En medio de tanta pompa y boato, nuestros enviados especiales a la escena de los hechos nos acercan humildemente un breve resumen de una noche tan popular y atípica.

Varios personajes quedaron en encontrarse, previo arreglo internetesco / telefónico / palomesco / cosararadeesasqueseusanhoyendía, en una determinada esquina de la Capital Federal, que no vamos a decir cuál es, pero que queda cerca de Plaza de Mayo, ponele que por Perú y Av. de Mayo para ser exactos. “¿Dónde?” Perú y Av. de Mayo.

“¿Dónde nos encontramos?” En Perú y Av. de Mayo. “¿Nos encontramos en donde quedamos o en otro lado?”. Yh, si quedamos por algo es, ¿no?... La puta que los parió a todos. ¡¿¡¿¡¿Qué parte de “PERÚ Y AV. DE MAYO” no entendieron?!?!?!

Tras sonar 10 campanadas, Pastoman mira a su alrededor y sigue solo. A su lado pasan los transeúntes, pero ninguno lo reconoce. Recuerda sus épocas de estrellato, cuando su papel protagónico en “Grande Pa” lo había convertido la envidia del barrio. Unos minutos después se percató de que otra vez estaba teniendo un falso recuerdo. “Pero Rita, la caniche toy que me regaló mi vieja a los 5 años era real!” - Pensó -. Entonces comenzó a culpar a su analista, a su psiquiatra y a su oftalmólogo. Su tono de voz aumentaba mientras, hablando solo, seguía culpando uno tras otro a todos lo profesionales que intervinieron de alguna forma en el transcurso de su vida.

- Callate Pelotudo! - Le ordenó una mujer, deteniéndose a su lado..- Me vas a hacer quedar mal.

- ¿Disculpe, nos conocemos? - Indagó confundido Pastoman-.

- ¬¬
- Con esa cara de ortiva tenés que ser la Mistress
- Si... yo a vos te reconocí por la cara de pelotudo...
- Sin duda sos vos

- What´s up Doc? - Preguntó Bugs Bunny -.

- Me parece que nos equivocamos de historia - Agregó Legolas-.

- We go together. Like rama lama lama ka dinga da dinga dong. Remembered forever. As shoobop sha wadda wadda yippity boom de boom - Comienza a cantar Travolta-.

- Vámonos - Pidió Pastoman-.

- No podemos, esperamos a la Morocha.

- Chang chang changitty chang shoobop That's the way it should be, wha oooh, yeah - contesta Olivia Newton John mientras Pastoman la saca a bailar-.

Media hora más tarde la Morocha llega a la esquina y se encuentra a Pastoman, Mistress, Travolta, Olivia, dos obreros, cuatro policías, seis indigentes, doce abogados y una abuela bailando en medio de la calle.

¿Media hora? Me parece que fue más eh... a todo esto, la muchedumbre, que ya se había puesto a tomar mates y jugar al truco, esperaba pacientemente, preguntándose de dónde salía la música. Sí, de hecho fue más, casi una entera. Siendo “casi”, una palabra importante en todo esto, porque...

Poco antes de sonar 11 campanas ya había una multitud ocupando avenida de mayo, las vecinas habían bajado con reposeras y se sentaban a mirar el show. Una gran movida por Facebook y Twitter había puesto al corriente a media ciudad del tremendo espectáculo que se desarrollaba. Entre la multitud de espectadores, chocando con todo aquel con quien se cruzaba, y al vivo grito de “¡¡Quiero retruco!!” se acercaba una rectangular figura. Al llegar al improvisado escenario el show acababa de terminar, mientras Pastoman, Mistress y la Morocha (que no había podido resistir la tentación de mover las caderas) saludaban al público, rodeados de todos los demás personajes de otras historias. El extraño se quedó con los tres puntos en el tintero...

- Hola, ¿llegué tarde? - Preguntó el recién llegado, vistiendo un disfraz de diccionario-.

- ¿Nico? -Preguntó Mistress antes de doblarse de la risa-.

-Chabon, te dije que no era de disfraces. - Le avisó Pasto intentando no reír, mientras Mistress se revolcaba por el piso carcajeando y señalando al recién llegado-.

- ¡Ja!, vos debes ser NicoR -Dijo riendo un nuevo recién llegado, disfrazado de pirata-.

- Otro pelotudo que se creyó que esto era una fiesta de disfraces. - Dijo la Morocha al tiempo que ayudaba a la Mistress a levantarse del piso, no sin antes caerse junto con ella teniendo que ser ayudadas finalmente por dos de los policías allí presentes.

- No morocha, este es así -Agregó otro recién llegado, con una porra muy Disco Stu-.

- ¿Y vos quien sos?, Imberbe! - Gritó Pirata-.

- Soy Tiier, y estoy aca para evitar que esto se siga pareciendo a las Cronicas de PLINA.- Contestó el de la porra desenvainando un paraguas-.

- Mierda!, nos agarró. Corré Mistress. -Soltó confundido Pastoman-.

- ¡No puedo! - Gritó la Mistress unos 10 pasos después de haber empezado la carrera.- ¡Esperame, la concha tuya, me van a aaaaargvgghghhhhhkljsdhfhd...

El Pirata y Tiier la sostenían de los brazos, al tiempo que el diccionario, perdón, NicoR la increpaba sobre la falta de tildes en este escrito.

- No sé, yo no tengo nada que ver, preguntale al que salió corriendo como una bala.

- *SLAP* no me contradigas - dijo NicoR

- ¿A quién? Acá estás vos nada más, respondé, ¡carajo! - arremete El Pirata haciéndole la segunda.

(mientras tanto, Tiier abrió el paraguas y agarrado a un farol actuó la famosa escena de “Singing in the rain”)

A lo lejos, una figura de barba verde se acercaba a la carrera con algo enorme en sus manos.

- ¿Querés tildes?... ¡¡¡Tomá!!! -Escupe furioso Pastoman mientras golpea a NicoR con una tilde gigante de telgopor que encontró bajo un auto-. ((Para ese entonces, ya se había recorrido unas diez cuadras escrutando los cordones de las veredas en busca de algún utensilio con el cual poder volverse hacia sus agresores, bueno, los agresores de la Mistress, también paró a comprar puchos y fijarse si estaba puesta la alarma del auto)).

Pero NicoR, en su furia descontrolada ante el repentino sangrado de sus ojos no sentía nada. O tal vez tuviera que ver con el gran disfraz de goma espuma que llevaba puesto. Seguía concentrado en la Mistress, que temblaba ante la ira del Führer.

Cuando finalmente alguien logró descolgar a Tiier del farol indicándole que no llovía y que de las Crónicas de PLINA esto está más que lejos, algo así como de Mordor a Lugano, pero no en Nazgûl, se amucharon ante la Doña Sueños que señalaba a Pastoman sin decir palabra. La Morocha filmaba todo para mandarselo a Fher, quien, como todos saben, está de intercambio por un par de temporadas en Narnia, le propusimos que se venga, pero dice que el pasaje en ropero está carísimo. Entre tanto, Pastoman fue a buscar algún otro objeto contundente a su alrededor. Sabía que si no hacía algo pronto, estarían perdidos para siempre. De pronto, como alcanzado por un rayo, el hombre de pasto comienza a correr en círculos alrededor de NicoR, gritando y agitando los brazos.

-Tergopol, Zalame, Mondiola, Bacio, Mostasa, Ponido, Dentrífico, Cavles, Amtenas, Mi estratejia es aserte zangrar loz oydoz. JIL - Suelta tomando seguridad y confianza a lo largo de su monólogo-.

NicoR, incapaz de resistir un horror mas, se desplomó en el piso convulsionando. El Pirata aprovechó para revisar sus bolsillos y quedarse con todo lo de valor. Tiier desapareció tras un camión de basura gritando “me parece que vi una laptop que aun funciona. Al fin tendré internet de nuevo”. La Mistress, ahora aliviada por la intensa confusión que había surgido, se levantó, e increpó a la multitud con un sonoro “¿Y muchachada? ¿Partimos o no?”. Pastoman había salido corriendo a buscar a Tiier que en su perdición por la tecnología de desecho ya había recorrido unas cuantas cuadras.

- Vamos a esperar a que vuelvan estos dos. - Dijo Pirata

- Sí, y de paso a que se levante NicoR.- Dijo la Morocha sacándole cuantas fotos podía-.

- Yo sabia que te lo querias levantar -Agregó Pasto, llegando a sus espaldas-.

- Yo sabia que eras un pelotudo.- Contestó la Morocha, dando clases de simpatía-.

- Yo sabia que me engañabas -Gritó un completo extraño a su embarazada acompañante-.

- Yo sabía que íbamos a llegar tarde a la Noche Celta que se hace en el Museo Mitre. - Dijo Mistress.

- Yo sabia que algo raro había en ese pastel -se dijo a si mismo un rasta que pasaba en bicicleta-.

- Yo sabia que con savia no se curaba. -Pensó un hippie random-.

- Yo sabía... que en el mundo no cabía... toda la humilde alegría... de mi pobre corazón ♪♫

- … - Dijo Marcel Marceau (?)

- Mejor vamos... Dijo Tiier, recién llegado de su ride basurero, pero radiante por su nueva adquisición.

- Hasta que Tiier no se bañe no voy a ningún lado. - Dijo la Morocha, arrugando la ñata-.

- Hasta que me olvides, y me rompa en mil pedazos♪♫...-Cantaba Luisito-.

- Vayámonos, por favor. Vamos a terminar bailando otra vez -Suplicó Pasto-.

- Yo quiero ir al museo de River Plate.- dijo emocionado NicoR- Están jugando mal, quiero cagarles el estadio.

- Bueno. A mi me sirve.-dijo la Mistress- Yo quiero ir al de Tiro Federal-

Emprendieron entonces la retirada masiva hacia el auto que los llevaría a conocer museos y disfrutar de una noche que a partir de ahora sería diferente a las demás.

Fueron con las ventanillas bajas a toda velocidad por la Autopista del Sol, luego por la de la Luna, Urano y Mengano, cantando SOAD a todo lo que daba. NicoR se desenfundó de su disfraz incomodando a los que acompañaban en el asiento trasero y comenzó a buscar una forma de guardarlo/acomodarlo en el poco espacio libre que quedaba en el vehículo. La Morocha quiso ver si la porra de Tiier era una peluca, pero el grito de éste y su posterior sopapo refutaron la teoría. Alguien quiso arrancarle el parche al Pirata. Nadie sabe dónde está ese alguien ahora. Finalmente, después de un recorrido de lo más ameno, llegaron a la cancha de River, y tras convencer a NicoR que cagar en publico era una contravención, terminaron yendo al museo Tiro Federal, donde una muchacha de pelo azul los recibió con folletos y con una sonrisa que denotaba que no eran los primeros en llegar. Eran los segundos. Y probablemente serían los últimos.

- Disculpame - Preguntó Mistress - ¿Es esto nada más? - Señalaba un único cuartucho con dos o tres armas en exhibición.

- Sí, esto solo. - Respondió la muchacha de pelo violeta.

- Esto es un embole, Mistress, elegiste para el culo. - Dijo Pastoman - Vamos al de Ciencias Exactas, dale, dale, vamos.

- Sólo si dejás de hacer caprichito. - Dijo la Mistress en tono de reprimenda.

- Les dejo unos programas. - Dijo la muchacha de pelo fucsia.

- ¿Y ahí arriba que hay? -preguntó Pasto a la chica de pelo color limón-.

- Un casamiento - contestó sonriendo la jovencita de pelo rojo-.

- Bueno, gracias. - dijo la Morocha, sacándole la sexta foto, para la cual el pelo ya era verde.

En el trayecto hacia Exactas, tomaron un camino que cada vez se oscurecía más y más. Todos empezaron a temer por sus vidas. O mejor dicho, sus culos.

- Esto no me gusta nada. - dijo NicoR, que aún luchaba por acomodar el traje de diccionario en alguna parte del auto-.

- Muejejeje. Me los  voy a violar a todos. - Dijo Pastoman. Pero nadie le creyó-.

- Hoy es mi día de suerte.- Pensó Malena Candelmo, en algún lugar del mundo-.

En eso, como quien no quiere la cosa, llegaron. Se bajaron todos del auto y se mandaron sin más “a ver qué onda esto”. Los recibieron nuevamente con folletos ((los mismos del museo anterior)). Y les explicaron las actividades que había ((las mismas que en el museo anterior -sólo que acá eran los anfitriones los que estaban disfrazados-)). Pasaron un lindo rato ahí... sobre todo porque eran más observados que las “atracciones”. Pasó un Gliptodonte que se quiso sacar una foto con alguno del grupo. La Mistress accedió después de ser empujada por la Morocha al tiempo que todos los demás daban un paso atrás. El Gliptodonte era un atrevido, así que le tocó el culo. Fue entonces cuando los caballeros de PLINA se apresuraron a salvar al único par de tetas de la página. Dado el revuelo que se armó, no hay imágenes que ilustren la escena. Y lustraba el piso uno de limpieza que pasaba por ahí, que aprovechó para recomendarles que vayan a ver el museo de Mineralogía, pero como no confiaban en el extraño, siguieron su consejo.

- ¡Mirá! - Exclamó Pastoman - Una piedra de Esparta, a NicoR le va a dar un ataque.

Jajaja. “Ortosa”

- Jajaja. “Ortosa” dijo Tiier, que bloqueaba la vista de ⅓ de los allí presentes.

NicoR, recién recuperado de sus convulsiones ante el imprevisto ataque faltadeortográfico(?) de Pastoman, se acercó a ver la famosa piedra y se salvó de un segundo ataque al comprobar que se trataba de Sparta, IL. Un par de años separaban a las dos civilizaciones. La Morocha y el Pirata se habían quedado rezagados jugando un juego de unas bolitas que había que ir cambiando de lugar no sin aplicar ciertas reglas. Ganaría el que pusiera la última formando una pirámide. Cuando le preguntaron al pibe que “atendía” en ese stand por el nombre del juego, el erudito respondió que no. Que no sabía.

Perdiste al "no sé"

Después se dirigieron al “Sótano de la Percepción”.

- ¿El qué de la qué? Preguntó Fher por Skype desde el celular de alguno.

- El sótano de la percepción. - Respondió Mistress. Y añadió indignada - No vamos a empezar de vuelta con lo mismo de Perú y Av. de Mayo eh.

- Bueno, no te ortibes... ¡Miren! Un gorila. Ah, no, me equivoqué, era un nabo sacándose una foto fúngica. - Dijo la Morocha. Y le sacó una foto, pero el nabo ya se había ido y quedaron los hongos solos.

- Faaaaah qué flash... tiene la cara dada vuelta. - Comentó Pirata al ver un cartel colgado de uno de los paneles del sótano.

Sí, era posta

- Eso está hecho con Paint. - Añadió Mistress mientras éste le robaba la billetera. Para decepción del perpetrador de actividades ilícitas, el objeto carecía de contenido monetario, por lo que lo devolvió a su lugar en la cartera de la Mistress.

- Qué rata. - Pensó.

Una vez finalizada la visita a Exactas, partieron hacia la tan esperada Noche Celta en el Museo Mitre. Lo curioso acá es cómo corno conectamos a Mitre con los Celtas. No os preocupéis queridos lectores. We have the posta.

“Bartolomé Mitre Martínez Peralta Ramos Echeverria de la Sota Marcada Aguinaldo Tardio Perez Crespo Mc Carthy White, nació en la provincia de Tutuca, a los dos años de edad. Hijo de Ernestina Valle Luzuriaga Echeverría y Adolfo José Mitre Martínez Pekerman Solano. Su paternidad fue motivo de varios enroques históricos, es por esto que su nombre varía cada 7 u 8 años. A los doce años de edad, o sea cuando tenía catorce, se mudaron a Montevideo y asistió a la prestigiosa Escuela Paramilitar de Montevideo. Allí aprendió métodos de tortura a mano limpia, esgrima, computación y diseño gráfico. Durante su examen de “Guerrilla 2” luchó codo a codo con Alfred Guillermo Cartimandua Muñiz, cuyo amor por la cultura celta quedaría impregnado en Bart como el olor a ojete que te queda cuando matas una chinche. A partir de este momento, don Mitre, comenzaria a nutrirse de los placeres de dicha cultura. Poco tiempo después aprenderia a tocar el violín, el banjo y la guitarra eléctrica. Su vida transcurriria entre guerras, política, periodismo y zapadas de rock psicodelico en Puente La Noria. Después de exiliarse en Bolivia, por bardero, lo volvieron a rajar y terminó en Chile. En 1851 realizó un show con las bandas “Saint Andrew´s Society of the River Plate” y “South American Piping Association” en claro apoyo a la revuelta de los liberales, también conocidos como Gauppies o Hippichos, contra el presidente electo Manuel Montt. Recital que le valdría ser expulsado del país. Luego viajó a Gran Bretaña y empezó a tocarse en bares y discotecas. Motivo por el cual estuvo preso en dicho país antes de ser deportado a Buenos Aires. En la cárcel conocería a Willhelm Granturro Mc Carthy White, que lo iniciaria en la danza y el folclore popular británico y lo haría su esposa durante su estancia en el penal. Su regreso al país, luego de ser deportado de GB, coincidiria con el derrocamiento de Rosas. Motivo que aprovecharía para liderar un alzamiento contra el Sistema Federal y la Constitución, tratando de agregar a la misma un par de párrafos de mas, sería descubierto y se lo pondria al mando de un ejercito de trece hombres, cuatro niños y tres mulas. Luego de ser derrotado por Urquiza se le daría el premio consuelo de ser Gobernador de Buenos Aires. Junta coraje, se hace el malo con Urquiza otra vez, que nuevamente le rompe el ojete. Como vivía borracho tocando la guitarra y nunca hacía nada, Urquiza convenció al resto de las provincias, según el acuerdo de San NicoR, a darle una patada en el ojete a Mitre y hacerlo gobernador a el. Ya como gobernador de Buenos Aires, Urquiza dictó la expulsión de Mitre. A esta época corresponde el Long Play “Lejos de mis verdes llanuras”, donde con una banda peruana imita el estilo típico de la música celta, rememorando sus praderas de Tutuca y su larga estancia en Montevideo y Buenos Aires, así como el inmenso pesar que le genera vivir en el exilio. Mitre, dedicado desde joven a la Masoneria y la Masoterapia, abriria un local a dos cuadras del Teatro Colon. A su local acudiría Urquiza y entablarian una amistad que los llevaría a fingir una batalla en la que Mitre finalmente venció a Urquiza, la cual quedaría plasmada en el éxito radial “It fits you” de la “Mitre Celtic Cherry Art In Necochea” (también conocida como “MC CAIN”). Esta batalla lo llevó directamente a la presidencia. Durante su presidencia dejó las drogas y la música para comenzar a escribir. Escribió un libro sobre Belgrano, uno sobre San Martín y cuatro sobre los Beatles. Al dejar la presidencia a su sucesor, Sarmiento, dedicaría el resto de sus días a la produccion y direccion de proyectos culturales en relación a la música celta, su danza y su cultura.”

Mitre regenteando la Noche Celta

Luego pasearon un poco por la otrora morada del prócer cuya imagen podemos visualizar en todos y cada uno de los billetes de $2. Se encontraron con una imagen un tanto perturbadora y comenzaron a conjeturar sobre la identidad de la persona retratada. Llegaron a la conclusión de que se trataba de el primer travesti de la historia, funcionando como modelo e inspiración para el cirujano plástico de celebridades varias, como Moria Casán o Beatriz Salomón.

- Para mi que tiene peluca. - Dijo la Morocha.

- Para mi que TODO EL FONDO es peluca.- Dijo Pasto.

El primer travesti

- Aslkjdahlskfhalkdsjfh... La Mistress sufrió uno de sus clásicos “ataques de risa silenciosa”. La manada se reunió a socorrerla, los ojos le lagrimeaban, no podía respirar, le dolía el abdomen. La llevaron al baño.

Después de la refrescada de Mistress se fueron a copar el museo de armas, donde el Pirata se hundió en un obsesivo recorrido.

- ¿Podés dejar de babear el vidrio? - Le dijo un guardia que andaba por ahí.

- ¿Eh? ¿Qué? ¿Cómo? ¿Quién sos?. - respondió el del ojo emparchado.

- Soy el que está a cargo de que boludos como vos no babeen los vidrios, entre otras cosas, como crear disturbios y fumarse un caño acá adentro. -le contestó el guardia con cara de pocos amigos-.

- Bueno loco, qué mala onda, entendeme, me apasionan estas cosas.

- ¿Qué carajo hacés? - Inquirió el guardia, atajando la mano del Pirata que se dirigía a su bolsillo.

- Tengo un bolsillo agujereado, especialmente para rascarme las bolas... ¿te jode? - probó el Pirata, muy ducho en las artes del engaño y en zafarse de las duchas-.

- Lo voy a invitar a retirarse... - sentenció el guardia-.

- Agradezco la invitación, pero prefiero no aceptarla. -dijo el Pirata mientras con carpa guardaba algo mas en su bolsillo-.

- Entonces te sacamos a la fuerza.

- ¿Vos y cuantos mas?. ¡Tero! - intimó Smith-.

(Para sorpresa del corsario, aparecieron 3 guardias mas, uno mas grande y peligroso que otro)

El vidrio babeado por Smith ((no se nota porque lo limpiaron))

- ¿Que decias?.Ridículo -contestaron a coro los 4 guardias mientras lo agarraban-.

- Eh... Este... ¡¡¡Chicos!!! Socorro. - Intentó el Pirata mientras los demás paseaban entre las vitrinas haciendose los distraidos-.

-... mirá Mistress, una escopeta de pete... digo peto... digo PARAPETO.

- ¡Hey, denme bola! yo tambien tengo tetas. -Gritaba el Pirata mientras los guardias le tapaban la cara con una bolsa y se lo llevaban a un extraño cuarto oscuro y escondido-.

- No son tetas... son tetillas. No es lo mismo. -le corrigió NicoR mientras se llevaban al bucanero a la rastra-.

(Esa fue la última vez que vieron al Pirata. Si alguien sabe algo, avisen.)

Después agarraron a NicoR corrigiendo uno de los carteles, con un fibron indeleble rojo, con lo cual se volvió a armar cachengue y terminaron todos en la calle, donde el grupo se separaría y los campechanos redactores de PLINA se perderian entre las calles de Buenos Aires, tomando cada uno un rumbo distinto. Para cuando se hizo de día, nuestros emisarios designados despertaron en sus respectivas casas, sin saber si solo se había tratado de un sueño...

Jaja, estuvo bueno escribir esto, no creemos que esté tan bueno leerlo...

mentira, sabemos que somos grosos (?) 

Mistress y Pastoman
(¿Eh... por que vas vos primero?)

((Te cabe... orden alfabético))

(Orden alfabético mis polainas, yo primero, porque soy mas grande y porque... porque... porque SI)

((Bue))

Pastoman y Mistress

La piedra que casi nos hace perder a NicoR