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miércoles, 29 de agosto de 2012

Devolvé las Águilas!


[Nota: Para dar una buena explicación debería explicar una banda de cosas como las guerras civiles, pero tardaría más tiempo escribiendo esto que el tiempo que lleva Grondona en la AFA. Asique si algo queda medio colgado y no se entiende bien disculpen… y de última pregunten si no se entiende algo]

Todo empezó en la época de Cayo Julio César, al que supongo que todos conocen. Habían habido una serie de conflictos en la sociedad romana por el poder, que desencadenaron en una serie de guerras civiles que fueron agotando al Estado. Finalmente, 3 hombres se alzaron con el poder y firmaron un tratado conjunto. Eran Cayo Julio Cesar, Cneo Pompeyo y Marco Licinio Craso. Julito y Craso se consideraban del partido de los “populares” que buscaban supuestamente medidas que hoy día llamaríamos democráticas, beneficiando a los proletariados y al pequeño propietario (y es supuestamente porque para esta altura ya todos decían una cosa pero lo usaban de excusa para llegar al poder. Por suerte la sociedad evolucionó rápidamente y ya no pasamos por ese tipo de cosas. Ejem...); Pompeyo, por el contrario, era de los “optimates” (“los mejores” vendría a significar eso. Ahí es cuando uno empieza a dudar si veían Patito Feo en esa época), es decir que apoyaba al Senado y a la República.


Cayó Julio César

La cosa es que entre los 3 se dividieron las funciones: Julio César se fue a conquistar la Galia, Craso se fue a conquistar Oriente y Pompeyo se quedó en Roma limándose las uñas para no lastimarse los huevos mientras se rasca. Los tres tomaron su misión por 5 años, después de los cuales el Senado debía ver si se los renovaba. Así se formó el Primer Triunvirato (el argentino era el decimoquinto).
Julio César era re poronga y conquistó gran parte de la Galia; incluso la administración que impuso ahí fue muy buena. El ejército, para colmo, quedó recontra satisfecho porque con todos los saqueos quedaba lleno de oro por todos lados, y tenían tierras disponibles para cuando terminasen su servicio militar.
Craso arrancó bárbaro en Oriente, pero en un momento se enfrentó con los partos (que si alguno jugó alguna vez al Rome: Total War con ellos, entenderá que son re grosos) y, en la batalla de Carras (año 55 o 54 a.C.), fue derrotado. Pero no solo lo derrotaron, sino que hicieron recontra mierda a su ejército, y él murió ahí.
El asunto es que las legiones romanas llevaban siempre consigo unas insignias, que eran unas águilas de bronce y que representaban al Senado romano, que no podían perderse porque los trapos se cuidan hasta la muerte. Y esta vez, por primera vez en la historia, se perdieron las águilas. Los partos se las llevaron y las mostraron en el partido contra Sportivo Italiano haciéndose los grosos. En Roma quedaron con toda la leche.
Como nota de color, comento que si alguien escuchó alguna vez a alguien hablar de un “craso error”, es una expresión que quedó desde esa época y gracias al error de Craso en ir a atacar a los partos.
Pompeyo comía cherries acostado mientras le hacían un fellatio.

La cosa es que se terminaron los cinco años acordados por el pacto inicial para sus tareas, y llegó la hora de que el Senado le renueve la misión a César. Pero Pompeyo, que no era ningún boludo, desde siempre que había Cenado con el Senado: era un óptimeit. Entonces los convenció, y ellos no le renovaron nada su tarea a Julio César: de esta manera, Pompeyo quedaba como único hombre del Estado.
Pero la cosa no iba a quedar así, porque Julito, gracias a sus campañas en Galia, estaba lleno de Gloria, y tenía un poco de Estefan también. El asunto es que no iba a dejar las cosas así. Pero el entrar a Italia con un ejército estaba prohibido, y si lo hacía tenía que licenciar a las tropas. Entonces ahí es cuando el flaco se para sobre el Rubicón, el río que era el límite y dice “alea iacta est”, que en español sería “la suerte está echada” y en criollo “ya fue, me la juego”. César cruza, hace mierda a Pompeyo y se queda con el poder, fundando una dictadura (que en esa época significaba cosas muy diferentes a las actuales). Obviamente tiene problemas con Pompeyo, que había escapado, y una vez él muerto con sus hijos, pero termina ganándoles.

La cosa es que el chabón gobierna y es re groso. Y sigue conquistando. Ahora lo que busca es conquistar en Oriente: allá sí que había oro por todos lados y eso se supo siempre en todas las campañas, por lo que ir allá lo bañaría en guita. Y para colmo le daría mucho más poder entre el ejército. Pero no sólo eso: planeaba atacar a los partos, hacerlos mierda y recuperar las águilas de las legiones de Craso. Era un plan muy pero muy bueno y con eso lograba todo. Pero quizá lograba demasiado.
Desde hacía mucho tiempo, en Roma, había una creencia de que aquel que conquistase a los Partos, se convertiría en Rey de Roma (ahora que lo pienso, Ramsés II, el máximo faraón de Egipto, tranquilamente se podría decir que conquistó los partos: tuvo más de 100 hijos). Pero esto no era algo positivo, sino algo malo: los únicos reyes que habían habido en Roma habían sido extranjeros, etruscos especialmente, al comienzo de la existencia de la ciudad. La ciudad había sido dominada por etruscos y, con la expulsión de ellos, se instauró la República, de la que tanto estaban orgullosos los romanos.


Subite que está dura como una estatua.


Entonces, el hecho de que Julio César, con todo el poder que tenía, venza a los partos y se convierta en Rey, no era algo muy bien visto. Y mucho menos para el senado. Por eso, cuando Julio estaba preparando su ejército para ir en la campaña, fue atacado por sus senadores el 15 de marzo (fecha conocida como los “idus” de Marzo) del año 44 a.C., asesinándolo. Uno de los conspiradores era Bruto, un hijo adoptivo de César.

La cosa es que a Bruto y al resto de los conspiradores los hace mierda Marco Antonio y se une con Octavio (otro hijo adoptivo de César) y Lépido en lo que se llamó Segundo Triunvirato. No me voy a extender en esto porque no tiene sentido. La cosa es que Marco Antonio se vuelve loco por Cleopatra en Egipto (otro día lo explico mejor de última), y Octavio termina haciéndolo mierda a él y a Lépido, por las dudas.
Este Octavio, cuyo nombre completo era Cayo Julio César Octaviano, pasó a ser el único líder de los romanos, y progresivamente fue adquiriendo muchos poderes extraordinarios. Así, primero añadió el título “imperator” a su nombre, que era el nombre que se le daba a los vencedores de las campañas, y así fue teniendo los poderes de la asamblea, del Pontífice Máximo, etcétera… hasta que se convirtió en el primer Emperador, cambiando su nombre por el título de Augusto, por el que actualmente es conocido.


Pintura del Emperador Augusto tapándose de las cámaras.


Más allá de que este SÍ fue groso para la historia y que hizo de todo tipo de cosas zarpadas, lo que nos interesa es: ¿Qué carajo hizo con las águilas? ¿Fue a los partos, se los cogió, consiguió las águilas y los calzones del rey parto? ¿O se cagó y las dejó ahí? Bueno, es lógico que algo hizo, porque sino no les estaría contando esto. Pero no los atacó: las consiguió diplomáticamente, mediante concesiones en oro y la promesa de no atacarlos por un período de tiempo. Un cagón, tendría que haberles dado masa, él que podía.

Así, las águilas volvieron finalmente a Roma, y allí se quedaron por mucho tiempo.

Pero eso no termina ahí. Porque en el año 476 d.C., el Imperio estaba dividido en Imperio Romano de Occidente y el Imperio Romano de Oriente. Como siempre, el Oriente estaba bañado en oro, y el Occidente se cagaba de hambre. Pero en este caso fue más importante, porque cuando los “bárbaros” (germanos, hunos, normandos, mongoles, búlgaros, eslavos, etcétera) atacaban al Imperio de Oriente, éste les pagaba para que se vayan a saquear al Imperio de Occidente. Y este, como no le alcanzaba la guita, ni tenía suficiente ejército para frenarlos todo el tiempo, no sabía que hacer. Lo que hizo fue pagarles a unos germanos para que se queden en la frontera (del lado de afuera), defendiendo al Imperio de los demás germanos. Esto lo hizo porque eran mejores guerreros que los romanos y porque ya estaban muriendo demasiados, pero a los germanos no les servía porque ellos querían formar parte del Imperio.
Entonces los metió en el Imperio y los declaró ciudadanos. Pero esto significó que los germanos tuvieron que empezar a pagar tributos, a unirse a las levas militares y otras salsas. Pero igual les re cabió, porque fueron ganando poder en el ejército y terminaron siendo grosos.


Y así nació.
Ahora sí, volviendo al 476, el Emperador del Imperio de Occidente era Rómulo Augústulo (nótese la gracia del nombre: su primer nombre era el del supuesto fundador de Roma y el segundo era el del primer Emperador… y él sería el último). Era re jóven y todavía no sabía un joraca, asíque un germano que vivía en Milán entró en la ciudad, derrocó a R.A. y saqueó Roma. No era la primera vez que pasaba, pero esta vez, Odoacro (el que tomó Roma) no quería formar parte del Imperio, sino formar el Reino de los Ostrogodos. Y eso hizo. Para dar por finalizado el Imperio Romano de Occidente, envió las águilas romanas a Constantinopla, capital del Imperio Romano de Oriente.


Así finaliza el bardo por las águilas, y el Imperio Romano de Occidente (sí, fue así de fácil que cayó… no hubo una guerra total, y de hecho todavía tenían gran parte de su territorio, pero ya no era el Imperio Romano y se fragmentó todo).

NicolasR (MMXI) ©

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