Acertijos en la negrura

 Me desperté en un lugar oscuro. Estaba desanimado por todo lo ocurrido, sin contar que ahora me encontraba sólo en un barrio subterráneo habitado por tresgos, horribles criaturas a las que sólo les importa pedirte la hora y robarte. En fin, me encontraba solito en la oscuridad. Tanteé mis bolsillos y encontré mi pipa, lo cual me animó un poco. Metí la mano en el bolsillo derecho y encontré un paquetito de tabaco, cosa que me animó un poco más. Después busqué los fósforos y los encontré, lo que me produjo una enorme alegría. Después me acordé que no fumo y me volví a amargar. Me dispuse a levantarme y toqué algo con la mano. Lo levanté y era un forro. Usado. Sí, puse la misma cara que acabas de poner. Por algún motivo, me lo guardé en el bolsillo. No pregunten. El camino estaba oscuro, habían cortado la luz, supuse. Acto seguido, abrí los ojos. Ahora veía. Me hubiese servido con el forro, no lo pude distinguir con las manos así que lo olí, pero no sirvió y bueno, tenía que saber qué era y… Dejémoslo ahí. Empecé a avanzar y de repente SÍ se cortó la luz. Posta, no es que cerré los ojos, se cortó la luz. Bueno sigamos. Avancé por las sombras durante lo que me pareció una eternidad, más o menos 15 minutos. De repente sentí algo fresco en la planta de los pies. Agua. Sin lugar a dudas, estaba a la orilla de las napas que abastecían el lugar que se encontraba sobre mí. Desenfundé la espada que llevaba bajo el chaleco (sí, suelo llevar un terrible arma bajo el chaleco) y la observé brillar con un tono azul pálido. “Fuck, pensé, se le está terminando la pila a está mierda de imitación de sable de luz que compré en la convención de Star Wars.” Poco sabía yo que eso atraería a algo que vivía allí, en la oscuridad… Te toca, omnisciente!!

Este podría o no ser Johnny.

 Sí, perdón. *Carraspeo* Poco sabía Julián que eso atraería a algo que vivía allí, en la oscuridad. Nadie sabía bien desde hacía cuánto vivía en ese lugar. Tampoco se sabía de dónde había llegado, quiénes eran sus padres, si llamó al llegar o si se había olvidado, si había ido a comprar el pan, en fin, muchas cosas no se sabían. Le decían Johnny, ya que solía repetirlo bastante seguido. Algunos aseguraban que en algún tiempo formó parte de una mafia, debido a su esquivo comportamiento. A Johnny le gustaba tocar gente, y confundirlas con sus hábiles trucos mentales. Vivía en un pedazo de tierra en el medio de la napa, y se movía de allí a la orilla en una colchoneta inflable de esas que usas en la pileta. Johnny vio la luz del sable de Julián y se sintió atraído hacia él. Entonces tomó su “bote” y avanzó hasta allá… Johnny se sentó al lado de Julián y le dijo “JOHNNY”.

 
 “¡A LA MIERDA! ¡¿QUÉ CARAJO ES ESTO?! ¿¡CÓMO MIERDA VAS A SALIR ASÍ DE LA NADA SIN AVISAR!? ¡CASI ME MATÁS DE UN SUSTO!” Todo eso le grité al infradotado que me había aparecido al lado. Un forro el chabón, encima tenía cara de loco desquiciado y me pareció sentir cierto olor a formol emanando de sus fauces. “Johnny, JOHNNY” me dijo. “Sí, ya entendí, te llamás Johnny, y vivís acá hace un montón de tiempo y nadie sabe si bla, bla, bla…” le retruqué. “JOHNNY NO LO SABE” dijo, “o tal vez sí lo sabe, pero Johnny no lo dirá, porque Johnny no lo sabe aunque Johnny lo sabe pero Johnny no lo dirá…” Y siguió así un buen rato. En todo el tiempo que el inmundo ser de las profundidades monologó, yo tuve tiempo para pensar. Hubiese estado bueno que pensara que tenía tiempo para pensar en el momento en que lo tuve, en vez de quedarme mirando fijamente una piedrita que, si la mirabas de costado y con los ojos entrecerrados, parecía la cara de Graciela Alfano antes de ser operada, digo, una piedra más del montón. En fin, cuando terminó de monologar, Johnny me dijo:
-Johnny no lo sabe. Pero Johnny quiere saber quién eres. O TAL VEZ JOHNNY YA LO SEPA. Pero Johnny no lo va a decir…
-Pará, pará, flaco, te tengo una propuesta. Sin ningún motivo aparente, te voy a desafiar a un duelo de acertijos y voy a asumir que conocés la salida de este lugar y que, si yo te gano, me vas a llevar ahí, sin ningún tipo de acción nociva hacía mi salud.
-Pero si Johnny gana, Johnny podrá tocarte.
-…
-JOHNNY!!
-… No sé por qué pero voy a aceptar esas condiciones…
  Johnny dijo el primer acertijo:

                            “Entre dos cordilleras fluye
                             También hay alguno en Tonga
                             No tiene sangre pero es azul
                             Como las venas de mi poronga”

-Emmm… Podría ser un río, pero me parece que la respuesta correcta es… EL POWER RANGER AZUL DE LA PRIMERA TEMPORADA!!
-JOHNNY NO LO SABE!!! Pero Johnny la dará por correcta.

Peleaba contra el mal... Y ahora se sienta en el Pinocho

Ya no son tan ricos, no?

-Me toca a mí.

                       “Me comparan con la menstruación
                         Y con lo que lleva el hombre en el pantalón
                         Pero después de la degustación
                         Piden otra ración”

-JOHNNY DICE QUE ESA RIMA CARECE DE MÉTRICA! JOHNNY!! Johnny no lo sabe, aunque tal vez Johnny sí lo sepa, pero Johnny no lo va a decir porque Johnny sabe que son los canelones con salsa roja pero Johnny no dirá que son los canelones con salsa ROJA!
-¿Me estás jodiendo? Entonces gané.
-JOHNNY NO SABE QUE GANASTE. O tal vez Johnny sí lo sepa pero Johnny no lo va a decir porque Johnny…
-Mmm… Sí, yo… Simplemente voy a irme por ese pasillito. No te molestes en seguirme, me conozco la salida.

 Como se habrán dado cuenta, Johny no era una presencia agradable para tener cerca. Así que me hice bien el boludo y me fui por donde había llegado. Cuando estaba en eso, escuché un terible grito a mis espaldas “JOHNNY” decía… “JOHNNYYYYY” y… Y me… Ahh… Bueno, me hice caca encima. ¿Contentos? Sigamos entonces. Johnny corría detrás de mí, gritando su nombre y estirando sus manos con la obvia intención de tocarme. Corrí y corrí, pero tropecé. Pensé que el final se acercaba, cuando recordé lo que tenía en el bolsillo. Sí, el condón, pensé, y lo arrojé hacia su fea cara con fuerza. O eso me hubiera gustado, pero cuando metí la mano en el bolsillo me encontré con que se había explotado cuando caí y ahora tenía semen de dudosa procedencia (podría ser meliseo) en la mano y adentro del bolsillo. Increíblemente, eso me salvó. Johnny dijo:
-Johnny dice que siento olor a sus hijos no nacidos cerca. Johnny cree qya te tocó. PERO JOHNNY NO LO DIRÁ JA JA JA JA!!
 Y se fue corriendo… Así nomás. Después la cosa no se puso muuuy interesante, sólo escapé de una docena de trasgos que me corrían y gritaban “Eh, amigo, tené hora? EH, AMIIIGOOO!!”” o “Votá a la Kcrhzthimna, amigo” que supongo sería la jefa de esos seres y la que les daría permiso para escuchar cumbia en sus celulares sin usar auriculares. Aparte de darles plata por absolutamente todo lo que hicieran o, más bien, NO hicieran. Cuando escapé de eso, me encontré con un gran grupo de enanos fumones y un viejo senil que se la daba de mago y los dirigía. Me preguntaron si los acompañaba en su aventura y dije: “Por qué no?” Fiiiiiiiinnnnnnnnal.

JOHNNYYYYYYY