“Juan y Pegame fueron al mar, Juan se ahogó, ¿Quién quedó?”-
Preguntó Manolito ilusionado.
Nadie le respondió, porque Manolito era especial. Manolito
era un incomprendido. Ya de pequeño supo ganarse la fama de boludo, cuando a la
maestra en vez de Seño le decía Mamá, en 7mo grado. Su adolescencia fue un
calvario, los sobrenombres ofensivos, las burlas y los maltratos eran parte de
su vida cotidiana. Su propia familia abusaba de su ingenuidad, mandándolo a
comprar “Pentotato de Pototio” a la
farmacia, convirtiéndolo en el hazmerreír del barrio. A los 27 años decidió
independizarse, se alquiló una habitación a 30 metros de su casa natal, para
seguir yendo a almorzar a casa de su madre. Su madre, famosa en el barrio por
su aparición en cientos de videos pornográficos caseros, le robo todos sus
ahorros y huyo con un amante, tres veces, con tres distintos. Manolito se
siente cada día más solo. Su vida social se limita a su trabajo, en el cual
todos lo toman por idiota. “Pero esto se va a acabar pronto”, piensa Manolito
mientras carga su fusil. Y a poca distancia, en la ciudad de Buenos Aires, los
Uruguayos Juan y Tiberio, intentan dilucidar como salvar el mundo…
-¿Esto es tu detallado plan?- indago Tiberio
confundido.
-Si, ¿te gusta?. – contesto Juan.
-No, me parece una cagada. Además, no creo que hacer a
los extraterrestres ver un documental sobre las maravillas de la tierra les
quite las ganas de conquistarla. Necesitamos a algún experto en estas
cuestiones.- Tiberio se mostraba notoriamente nervioso mientras caminaba en
círculos apretujando los apuntes de Juan, moviendo la mandíbula de un lado al
otro y esnifando continuamente, con un blanco resfriado entre sus ojos.
-Pero ya viste lo que paso con Fabio.
-¿Y cómo pretendes que te crea si lo primero que le dijiste
fue que unos extraterrestres querían conquistar la tierra?, ¿sabes cuantos boludos
le deben tocar el timbre día tras día jodiéndolo con lo mismo?. Tiene que haber
una forma de convencerlo, tiene que ayudarnos….
-¿Y si lo secuestramos?.- Propuso Juan mientras besaba
una tuca.
-¿Te parece?. No, creo que deberíamos probar otra vez.
Hagamos que parezca importante e interesante, no una broma.
Fabio Zerpa haciendo un gestito de idea. |
Dicho esto Caminaron nuevamente hasta el edificio de la
calle libertador y tocaron el timbre otra vez. El parlante emitió un ligero *click*
seguido de la voz del Uruguayo, el otro uruguayo, Zerpa.
-Si!. ¿Quién es?- dijo Fabio Zerpa a través del
comunicador.
-Señor Zerpa, mi nombre es Juan. Tengo algo que
decirle.
-Ustedes dos son los imbéciles que vinieron hace 15 minutos.
Los puedo ver por la cámara. ¿Quieren que llame a la policía?
-No, escúchenos. Traemos un mensaje de Kjublhungfugh, habitante de Nerdia.
-…- Fabio Zerpa emitió un
sonoro espasmo y se quedó en silencio.
-¿Hola?- aventuró Juan.
-…- del parlante escapaba un
leve murmullo entrecortado por el zumbido gris de la electricidad.
-Lo mataste, pelotudo.- Reprendió
Tiberio a Juan.
-No estoy muerto. Solo
sorprendido, pasen.- Dijo tranquila y pausadamente el anciano.
Con un sonoro “Ptrrrrrrr” la
puerta se liberó del cerrojo y con solo un solo empujón los dos uruguayos se
encontraban adentro del edificio. Subieron los dos pisos por escalera y en la
puerta los esperaba un hombre canoso y avejentado.
-Mi nombre es Fabio Zerpa y soy especialista en estos
temas.- dijo el hombre a modo de introducción.- Adelante, adelante. Tomen
asiento. ¿Algo para tomar?.- ofreció.
-Jugo de naranja con granadina.- Pidió Tiberio.
-Con mate amargo me conformo.- Confeso Juan.
Zerpa se levantó y volvió con el jugo con granadina, el
mate, bizcochitos de grasa y facturas, la del gas, el agua, la luz y patentes.
Se sentó, cebo un par de mates en silencio y se quedó dormido.
-Señor Zerpa…- probó Juan.
-Se durmió, ¿y ahora que hacemos?- agregó Tiberio.
-No, se. ¿Despertarlo?
-No, ¿nunca escuchaste que si despiertas a alguien que
se quedó dormido se puede morir?
-Eso es con los sonámbulos Tiberio.
-¿Nada más?, Puta madre, la de polvos que me perdí.
Despertate viejo!- grito mientras zamarreaba al ufólogo uruguayo.
-Mi nombre es Fabio Zerpa y soy especialista en estos
temas.- Repitió el más añoso de los 3, acomodándose en el asiento.
-Si, si. Ya nos dijo eso.- Le contesto Tiberio con poca
paciencia. Mientras Juan tomaba mate y sonreía.
-Soy un reconocido ufólogo, escritor, periodista e
historiador uruguayo, que vive en argentina.- dijo mientras se volvía a quedar
dormido.
-Algo me dice que esto va a ser eterno. ¿De qué te reis
pelotudo?.- Exclamo iracundo mirando a Juan.
-¿Eh?, no me rio, sonrió. Cuando estas duro tenes poca
paciencia. Despiértese abuelo, es importante…- dijo Juan con dulzura
agarrándole la mano.
-Eh?, quien?. Ah, ustedes. ¿Qué querían?
- Sos un hippie Campito, das asco. ¿Cuántos años tiene
don?.
-83, y voy por más.- Contesto cabeceando el geronte.
-Claro, muchos más.- Agregó con sarcasmo Tiberio.
-No seas maleducado Tibe, te quiero ver a vos llegar a
esa edad. A ver si quedas tan bien como él.
-No me vas a ver llegar. “Vive rápido, muere joven.”
-Eso se terminó con el Punk, no seas iluso.
-Punk is not dead!
-Si chabon,
aceptalo. El Punk está muerto, ahora lo único que queda es su hijo
deforme. Producto de su fornicación con la cultura pop, los emo y los
alternativos.
-Sos un anti. Sos Juan Pelotas, el hippie anti todo.
Miralo, se quedó dormido otra vez. No te quedo algún speed?.
-Sí, creo que uno. ¿Qué estás pensando?.
-Ya vas a ver…
Tiberio puso la lata de bebida energizante en el
microondas, mientras juan cebaba mate. Un minuto y treinta segundos después la
abrió y cebo un mate con su contenido. Luego comenzó a cachetear a Zerpa.
-Abuelo, despiértese. Tómese un mate.- Le dijo al viejo
Fabio.
-¿Eh?... sí, sí. Dame.- y se tomó el mate de un sorbo.
-Tómese otro- retruco Tiberio vaciando la lata en el
mate.
-Sí, sí. ¿Por qué no?- y se vació el mate otra vez.
-Así me gusta. Ahora sí, necesitamos su ayuda.
-Tenia gusto raro… ¿no?- Preguntó Zerpa tambaleándose.
-¿Señor, se siente mal?- pregunto asustado Juan al ver
la cara del viejo.
La cara de Fabio Zerpa se retorcía y contraía,
cambiando constantemente de gesto. Sus ojos se hincharon y enrojecieron, su
mano comenzó a temblar, al igual que sus labios. Se paró de golpe y estirando
el cuello al cielo comenzó a gritar. Y acto seguido se desplomo en el piso como
una bolsa de papas.
-¡Lo mataste en serio!, arruinaste nuestra única
posibilidad de salvación!- gritó Juan asustado.
-No pasa nada Juancito. Está durmiendo.- mintió Tiberio
mientras Fabio Zerpa yacía inmóvil en el suelo, cono los ojos en blanco y
echando espuma por la boca.
-Juancito un carajo, Drogadicto inconsciente!. Mataste
al viejo, vamos a ir en cana.
-No por mucho tiempo. ¿No dijiste que en un par de días
iban a esclavizar la tierra?. Ya fue, cual es la diferencia?.- respondió con
ironía el Canelonense mientras comenzaba a revisar los bolsillos de Fabio
Zerpa.
Gritando de rabia el joven Campodonico se abalanzo
sobre su amigo Tiberio. Lamentablemente para él, su amigo era cinturón negro en
Aikido. Casi sin moverse hizo volar a Juan 2 metros y estamparse contra una
pared, dejándolo inconsciente otra vez.
Esto hizo Tiberio... |
Asi quedo Juan. |
Manolito se vistió con sus joggings gastados y su
camiseta con manchas de transpiración. Tomó el estuche de su cello y guardo el
fusil con cuatro cargadores llenos. Se cepillo los dientes casi sin mirarse al
espejo. Se secó con la misma toalla con que
venía haciéndolo desde hacía siete semanas sin notar ni un dejo de asco ante
tal hazaña. Salió de su casa en Once y camino por Pueyrredón hasta Libertador,
estaba todo planeado. El edificio era ideal, su terraza daba a plaza Francia.
Allí se reunirían esos idiotas de la oficina. No sabía que le molestaba más,
que no lo inviten o que le importe lo que esos imbéciles hagan o piensen. Eso
hacía que los odie más, el odio lo seducía y lo incitaba a embriagarse del
dulce licor de la venganza. Entro tranquilo al imponente edificio, utilizando
la llave que le había robado a su tío. Saludó al portero, que como siempre le
sonrió falsamente, y llamó al ascensor. El ascensor tenía el celular apagado,
así que subió por las escaleras. Pasó por la puerta del departamento de su tío,
pero siguió de largo sin siquiera detenerse. Al llegar a la terraza trabó la
puerta y se sentó en una reposera con sus binoculares en mano, a esperar a que
las victimas llegasen al punto de encuentro. Y él siempre fue bueno esperando,
toda su vida esperó. Pero ya no iba a esperar más, iba a tomar lo que le
correspondía, aunque no tuviera idea de qué era…
Plaza Francia |
Juan se encontraba otra vez en la húmeda caverna, pero
estaba solo. O eso pensó, hasta que de un recodo del camino comenzó a acercarse
sigilosamente una figura envuelta en sombras. Su corazón casi se detuvo de la
sorpresa. Y cuando estaba a punto de comenzar a correr, pudo ver el rosto de Fabio
Zerpa asomándose entre la oscuridad.
-Señor Zerpa, pensé que había muerto.
-¡Shhhh!. Ni siquiera pienses en hablar. Es mas no
pienses… después hablamos. Ahora, necesitamos salir de aquí antes de que nos
descubran. Si nos ven juntos es el fin.
-¿Los conoce?
-Más de lo que quisiera. Ahora préstame atención. ¿Ya
estuviste acá?
-Sí señor, dos veces.
-¿Viste una consola?, gris, redondeada, en forma de
“U”.
-Sí, veinte metros en aquella dirección.- contestó Juan
señalando hacia su derecha.
-Genial. Espera acá. Es mejor que vaya solo, avísame si
viene alguien por el otro pasillo.
-Bueno…
Fabio Zerpa se movía maravillosamente, internándose en
las sombras de manera sigilosa y casi imperceptible. Enseguida desapareció en
dirección a la consola. Juan se puso a pensar en el motivo por el cual el viejo
éste que hace tan poco se lo veía absolutamente demacrado ahora parecía
tremendamente ágil y poderoso. La explicación más razonable a la que llegó fue
que este lugar está en la mente, y una persona como Fabio Zerpa debe de tener
una mente fuerte. Se sorprendió a si mismo de su conclusión. Él se consideraba
una gran mente desperdiciada por la búsqueda de la felicidad. Recordó que en su
juventud soñaba con ser un gran hombre de ciencias. Pero sus recuerdos fueron
interrumpidos por el regreso de Fabio.
-Listo pebete. Ya podemos irnos.- exclamo el recién
llegado.
-¿Y cómo hacemos?
-¿Aun no aprendiste nada pibe?
-Parece que no… ¿Cómo hago?- contestó Campodonico
avergonzado.
-Apretándote las tetillas hasta que te duela…
-¿Qué?
-Es la única forma…
-Está bien.- dijo mientras cerrando los ojos se
apretaba las tetillas, largando patéticos gemiditos.- Esto no funciona.- agregó
al borde de las lágrimas mientras veía al anciano tapándose la boca para evitar
reír a carcajadas.
-Realmente eres un idiota. Respira hondo y cuenta de 9
a 0…
-Viejo puto…
9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1…
Manolito |
Manolito vio a sus víctimas llegar una por una al
puente de la avenida. Preparó su fusil y apuntó. Su cuerpo se empapo de adrenalina,
secretada por sus excitadas glándulas suprarrenales. Su frecuencia cardiaca se
incrementó, sus vasos sanguíneos se contrajeron y sus conductos respiratorios
se dilataron. Era una máquina de matar. Se preparó, centro la mira y disparo.
El estruendo se perdió en el barullo de la ciudad. Había fallado. Volvió a
apuntar y disparo una y otra vez hasta vaciar el cargador. Tomo uno nuevo y
repitió la operación, con los mismos resultados. Tomo el tercer cargador y
retiro una bala, era de fogueo. Saco todas las balas. Eran todas de fogueo. Extrañamente
no hizo ningún berrinche. Solo suspiro largamente, se levantó, guardo todo y
comenzó a bajar por la escalera, en silencio. Mientras sus Víctimas emprendían
camino hacia la fiesta más loca jamás concebida…
“…0”. Pensó Juan abriendo los ojos. Estaba en una cama
con olor cítrico. A su lado estaban parados Zerpa y Tiberio charlando
tranquilamente. Se levantó rápidamente y se mareo un poco. Tantos golpes en la
cabeza le estaban haciendo mal.
-Levántate rápido. Tenemos que salir.- Le dijo Tiberio.
-Pero…-intento decir Juan.
-Pero nada. El destino de la tierra está en juego. Te
esperamos en el palier - reprendió Fabio Zerpa mientras salía con Tiberio de la
habitación.
-Bueno, bueno. Voy…- sentencio Juan levantándose.
Al salir al palier se encontraron con un hombre de
treinta y tantos, en jogging y remera, bajando la escalera con un estuche de
cello. Resulto ser Manolito Zerpa, el sobrino de Fabio, que se dirigía a la
misma fiesta que ellos. Juan pidió explicaciones y se las dieron en el camino a
la fiesta. La misma se desarrollaba en un galpón de puerto madero, era una
fiesta privada y secreta, como una mini rave pero con más drogas y sexo. Era el
lugar perfecto para perpetrar el plan de Fabio Zerpa. La única forma de entrar
era conociendo la contraseña. Que cambiaba de fiesta en fiesta. Pero como
Tiberio supo manejar el 70% del bardo de este tipo, tiene contraseña propia.
Llegaron al inmenso galpón y ya desde afuera se notaba que adentro había bardo.
Veinte minutos después de entrar ya estaban todos drogados. Entonces bajo los
efectos de muchas drogas distintas…
"Algunos Buenos Conductores Daltónicos, Extrañamente
Familiares, Gritaban Histéricamente. Intimidando Jocosos Krishnas. Los Mas
Niños, Orgullosos, Pedían Querellantemente Resultados. Simulando Tener Unas Vitaminas
“Winners Xar - Yodo Zinc”.
Zanahorias Y Wallabies,
Xavier Vendía. Únicamente Tiberio Supo Rescatarse. Quiso Pararlos. Orgasmos, Narcóticos,
Mujeres, Lujuria. Ketamina Juan Inhalaba. Humanos Gordos Fanfarroneaban
Extasiados. Drogados, Copaban Buenos Aires."
En medio del bardo y el descontrol se ponía en marcha
el arriesgado plan de los uruguayos. Plan que se desarrollara en la siguiente
parte de Juan Pelotas Campodonico, titulada “Los uruguayos no somos latinos”.
sin palabras, supera ampliamente a las dos partes anteriores, una de las pocas excepciones a la regla "todas las secuelas son malísimas", otras dos son terminator y matrix ((la segunda es opinión propia, la primera, ajena))
ResponderEliminarespero con ansias la parte 4, mientras tanto, me voy a pegar la cabeza contra la pared por no poder idear cosas tan geniales como ese jueguito del abecedario... auf wiedersehen!!
Golpéenme si quieren… Pero de Matrix solo vi la 1. Como 18 veces. Me gustó tanto que no la quise arruinar con secuelas…
EliminarHiciste muy bien Pasto... la 2 y la 3 son muy buenas como películas pochocleras pero hacen perder la profundidad que tenía la primera.
Eliminarbuenísimo... andaba con ganas de cagar a palos a alguien (?)
Eliminaryo también vi la primera mil veces, pero a mi entender es mejor la segunda... repito: es opinión personal u__u
ABCDEFGHIJKLMNOPQRSTUVWXYZZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA. Es todo lo que voy a decir. Genio.
ResponderEliminarGracias... Titán!.
EliminarMuy bueno! Lo venía esperando. Te admiro la imaginación, y ese juego de palabras con el abecedario fue excelente.
ResponderEliminarMuchas gracias por los halagos Morocha. Me alegro de que lo disfrutes.
EliminarGato, esperas a que yo publique y te robas la cresta se mi ola para que la tuya sea un tsunami!.
ResponderEliminarDejando eso de lado, relmente esto mejora con cada entrega, segui asi.
Soy el Silver Surfer de la nueva ola.
EliminarY la posta es que yo quería esperar un par de días para subirlo, porque ya estaba re saturada de cosas. Pero NicoR y la Mistress me obligaron.
Y vos sabes como soy Pirata... me debo a mi publico
botón
EliminarCierre relámpago.
EliminarVelcro!
Eliminar