De Cacos y Raúles

Nota: Esto, junto con las otras cosas que subiré en un principio, son cosas que escribí para mis amigos. Si bien se entenderán, hay algunos chistes internos, pero voy a tratar de reemplazarlos. Nutrias es el nombre de mi grupo de amigos.

Era una noche oscura. Lo cual es lógico, dado que si no fuese una noche oscura, difícilmente sea de noche. Sería más probable que fuera una tarde-noche o incluso de día. Pero estaba oscuro, por lo tanto podemos asumir que era una noche… Y era oscura. Recuerdo perfectamente que habíamos ido a lo de Santiago. Marcos, Santiago y yo nos encontrábamos hablando de cosas trascendentales para el futuro tecnológico Nutria (como la posibilidad de llegar a Júpiter en un changuito de supermercado si a este se le adjuntara un motor de locomotora y un sistema de poleas) cuando sonó el teléfono. Era Mati (o Faso pa’ los pibe’). Dijo que en un rato venía. Nosotros seguimos cavilando en el baño… Sí, no vuelvas a leer, en el baño. ¿Hay acaso mejor lugar para pensar? En fin, cuando estábamos a punto de descubrir la fórmula de la Coca-Cola, sonó el timbre. Faso. Luego de una noche de partidas de Chancho Va y demás cosas de gente grande, Faso nos pide que lo acompañemos a su casa porque “me da miedo que se me aparezca el pájaro de Plaza Sésamo”. No pudimos hacer entender que el pájaro ya había migrado en busca de un lugar mejor. Laferrere. En fin, lo acompañamos a su casa y ahora es cuando se pudre todo.
 En el camino de vuelta, pasamos por el pasaje Armanino. “Me estoy meando” dijo Marcos, y se fue a mear. Con Santi seguimos caminando unos metros cuando de repente 6, sí SEIS cacos no abarcaron:
Caco 1: Eh, amigo, ¿No tene’ hora?
Yo: 1:38:54 A.M.
Caco 1: Gracia’ vo. (Se dispone a retirarse)
Caco 2: Pelotudo, le tenés que robar ahora!
Caco 3: 1 PESO PA LA BIRRRRRRRAAAAAAA!!!!
 Caco 4: Me hago caca.
Caco 5: … (era mudo)
Raúl: (Sin ningún motivo aparente dice al cielo) ¿Qué se creen, que todos nos llamamos cacos?

 Era el momento. Nos pusimos espalda contra espalda. Santi contra tres, yo contra dos y Raúl.
Santi: Ponedle energía al combate, no quiero salir herido.
Yo: Necesito inspiración.
Joaquin Cann:  Oh, here they come, riders of the sun and they will fight ... Back To Back (Nota del Editor: Remitirse a una de mis bandas nerds, Hammerfall.)
Yo: (Revoleando los brazitos en direcciones imposibles para mi anatomía) Baack too Baaaaaaaaaaacccckkkk.

  En menos de cinco minutos, los cacos (y Raúl) nos habían reducido por completo. Pero entonces se escuchó algo en la oscuridad (porque era de noche, ¿Entienden? Por eso estaba oscuro). Lo que escuchamos fue:
“Ahhhhhhh, fresh meat” y de repente apareció Marcos arremetiendo como un toro (jaja, como un toro) y los cacos salieron corriendo hacia la calle. Por suerte para nosotros, justo pasaba un tren por allí que los aplastó con la peor virulencia jamás visto. Pero todavía quedaba uno: Raúl. Raúl trató de correr para el otro lado, pero de repente, apareció Lorenzo Lamas en una moto y le apuntó a la cabeza con una Ithaca.

Joaquin Cann: Renegade, renegade, commited the ultimate siiin.

La cabeza de Raúl... Quedó intacta. El forro de Lorenzo no había cargado el arma. Raúl aprovechó el espasmo y se fue corriendo, con la mala suerte de ser pisado por un prisilodentomucalo que justo pasaba cricolumteqeando por ahí. Fue la noche más oscurade mi vida.

Raúl

¿Posible definición de un prisilodentomucalo cricolumtuqeando?