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miércoles, 19 de septiembre de 2012

¡¡¡Se LargóYa!!!


Qué tema ¿no?

Porque, seamos sinceros, en la ciudad es un quilombo la lluvia, no es como en el campo, o la verde pradera con sus flores coloridas y sus líneas sembradas por el labriego, donde el agua cristalina cae en millones de gotas que desarman la luz del cálido sol...

¡¡Eu Lu!! El escrito... cof cof...

Ah, sí, es verdad, el escrito, bueno, en definitiva la idea es que cuando llueve en el campo todo el mundo está feliz y contento de la vida porque crecen las plantitas y los animalitos tienen agua para tomar, y todo precioso; pero en la ciudad es todo lo contrario: si salís de tu casa a las 0800am a laburar, te cagás mojando hasta la médula en las putas 2 cuadras de mierda que tenés hasta la parada del bondi, tras que viajás amatambrado normalmente, imaginate un matambre recién salido de la olla a punto de entrar en la prensa... algo así sería una persona normal yendo a laburar a la mañana en un día lluvioso. Claramente empeora si viajás en el Roca o el Sarmiento. Te pasa por plebeyo.

Pero hay varias cosas que me conciernen con respecto a los días lluviosos, a saber:

Estadío anterior a
"desparaguado"
Para empezar, está el tema del paraguas, muy de moda últimamente unos que vienen transparentes o con decorados chinos de flores y telas brillantes, accesorio inútil si los hay. Principalmente porque no sirve para una mierda si hay una mínima brisita, se te da vuelta para todos lados y terminás teniendo que cerrarlo ((si es que lo lográs y no se te escapa volando en el intento)), hecho que te devuelve a tu estado desparaguado inicial. Para seguir, en caso de que no haya viento, te tapa, con suerte, solamente la cabeza, con lo cual, si te hiciste la planchita se convierte en tu aliado más íntimo (?). Sino, y encima tuviste la suerte chota de pisar una baldoza floja, podés hacer un rollito y autoempalarte con el bendito accesorio. Por otro lado, los paraguas invariablemente SE ROMPEN. Siempre. Always. No me vengan con que tienen un paraguas mágico que les vendió un mercader indio en el medio del Sahara que misteriosamente NUNCA se les rompió... he dicho, los paraguas SIEMPRE se rompen, no importa cuánto hayan pagado por ellos. Porsupuesto que si llevás cartera/mochila/morral o cualquier bulto ((no el que llevás dentro del pantalón, en cuyo caso hubiera dicho "bultito")), por más que éste no sobrepase los límites del paraguas, se mojará, como también cualquier cosa por debajo del nivel de la cintura, haciendo que una vez que llegues a destino, tirites toda la mañana hasta que te seques por completo.

Puede que el "bultito"
también se te moje, ojo.
Esas costuritas que ponen la tela tirante hacia las puntas de los "rayos" que conforman el "esqueleto" de dicho artefacto, tarde o temprano se terminan descosiendo, el hilo se pone viejo y se rompe/corta, o simplemente te compraste el paraguas en el barrio chino y el hilo era de 8va. 
Ni hablar del mango/palo/tronco ((no, no encontré ninguna forma no sexual de expresarlo, así que las puse todas juntas)). Si es un paraguas automático, tarde o temprano se te falsea el botón. Si no lo es... dudo que encuentres un paraguas que no sea automático.
Lo básico es que el paraguas sólo sirve para molestar en el viaje, o para ser llevado con uno y que a la media hora deje de llover. Si tenés ganas de que más de uno se ría de vos, lo podés usar de sombrilla en caso de que salga el sol. 

Siguiendo con la temática de accesorios, tenemos las capuchas, que claramente superan en comodidad al paraguas, pero tienen la contra de que se te moja toda la jeta. Si usás anteojos, te recomiendo ponerles limpiaparabrisas. Lo bueno de las capuchas es que te abrigan las orejas, porque usualmente los días de lluvia hay mucho viento y hace frío, porque la temperatura baja mucho; claro, es por eso que llueve, porque baja la temperatura, condensa y... o ¿tenía que ver con la presión? No sé, el punto es que te cagás de frío y la capucha abriga, cosa que el paraguas no hace.

Tenemos por otro lado las famosas "botas de lluvia" accesorio que hace de un tiempo a esta parte se ha modernizado. Ahora las hacen aún más feas de lo que solían ser. Vienen con motivos floreados horribles, imposibles de combinar con cualquier prenda que te pongas. 

Veamos entonces la conformación regular de la vestimenta de una fémina "del montón" en un día lluvioso: Botas de lluvia floreadas, jean azul, piloto/campera impermeable gris, paraguas lila con flores, cartera marrón y lentes de sol -para no perder el tach, gor-; súmenle a todo esto, que está mojada de pies a cabeza y probablemente puteando mucho porque la lluvia le desarmó la planchita. Claramente, un espécimen que no te querés encontrar, y menos en un bondi lleno.

Los que no usamos paraguas, de todos modos nos vemos atacados por los peligros de la jungla lluviosa llamada ciudad. Ya sea por los vendedores de paraguas, que, más allá de que te encontrás 5 por cuadra, preguntándote de dónde carajo salieron tantos, se instalan a sus anchas en cualquier techito de cualquier vereda al grito de "A LO' PARAGUAAAAAAAAAAAA, LLEVE SU' PARAGUAAAAAAAAAAAAAAAAAA" y están a 2cm de arrancarte un ojo cuando algún pelotudo se para a preguntarles precio; o por las viejas chotas que van con esos paraguas con los que podrían sacar de paseo a los 6 nietos y al perro y volver todos sequitos, por lo menos hasta la cintura, que te encierran de manera distraída contra la pared, totalmente inconcientes del hecho de que pueden correr el paraguas para no dejarte gritando "¡¿Por qué ella, por qué Yocasta?!" y te tenés que convertir en segundos en un acróbata profesional para poder esquivarla; o por los pozos, las baldozas flojas, los pisos resbalosos, el correr contra el reloj, que no se ralentiza con la lluvia, en fin una vorágine, pero, si todo estuviese seco, no estaríamos hablando de ella.

Pero aún así, los días de lluvia son, en el fondo días comunes y corrientes, que tenemos que enfrentar, donde te van a coger en el laburo con una reunión sorpresa, en la facultad con un examen o en un telo con una poronga. No sé.

Capaz el del telo la tenga así, ya que estamos en tema...

En definitiva, el próximo día de sol radiante, va a aparecer la nubecita maldita que me va a llover a mi sola y me va a perseguir por todos lados, incluso bajo techo.

¡Ahí se ven!

15 comentarios:

  1. De todas las opciones, definitivamente me quedo con el telo y la poronga xD y para resumir y hacerlo redundante, la lluvia es una chota u.u

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  2. Muy bueno lo de Yocasta jaja. Y muy buena la de la foto...

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  3. Me dan bronca los que caminan con paraguas por abajo de los techitos... Fuck Them All!

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  4. son todos discapacitados mentales, sin ofender a los discapacitados mentales eh...

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  5. Sino, y encima tuviste la suerte chota de pisar una baldoza floja, podés hacer un rollito y autoempalarte con el bendito accesorio.

    JAJAJAJAJAJ... me mato eso xD

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    1. tío!!! qué alegría verte por acá... un placer hacer reír a la plebe :)

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  6. Vale la redundancia que una chota como aquella puede mojarte sin que llueva, que usted, Amante de sueños, olvido mencionar como la camisa se transparenta con la lluvia y se ve todo ( que puede ser lo que haga que una pareja termine en el telo, ademas que la lluvia tiene algo de afordisiaco)
    Solo usaria paraugas para pegarle a la gente O para tener una espada oculta en su agarradera.

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    1. es cierto! por eso siempre dejo abiertos mis escritos para sugerencias de lectores, muchas gracias por el aporte :)

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  7. Nunca me acostumbré a la lluvia. En Mendoza llovía 3 veces al año y cuando llovía era un evento cataclísmico en el cual los habitantes permanecían en sus casas, admirados del agüita que caía del cielo. No exagero. Los padres no mandaban a los hijos a la escuela, se cancelaba el turno con el médico, si podías evitarlo no salías de tu casa, todo el mundo actualizaba su estado de facebook acotando cosas varia(damente estúpidas) como "Llueve!" o "Qué hermosa lluvia :D :D :3 :$ :L" o "Se cae el cielo!" o "Agüita de Dios, vino con piedras!".

    Al menos eran copados y no salían de la casa, por lo cual las calles siempre estaban vacías. Ah, casi no existen los paraguas en Mendoza.

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    1. Sí, conozco ese tipo de clima por San Juan, a donde concurro asiduamente. Y es tal cual... la lluvia es algo rarísimo. Hay veces que estoy allá y ves unas nubes que parece que caíste en el tártaro sin darte cuenta, y cuando lo nombrás te dicen "naaah, no va a llover, estás loco?" y efectivamente no llueve. Si esa misma nube estuviese en Buenos Aires, caería lluvia, piedras, nieve y porongas por horas.
      A esto, al menos en San Juan, se suma el viento zonda, que obliga a la gente permanecer en sus casas hasta que termine obligadamente (hay casos de gente que murió por hacerse los guapos), y que las tardes son ideales para la siesta. En conclusión: la gente vive encerrada.

      Es una masa.

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    2. Igual en el Sahara llueve incluso menos.

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    3. Zarpado, en Mendoza también está el viento Zonda. Una vez lo vi ARRANCAR VIOLENTAMENTE Y SIN MISERICORDIA el techo del vecino. Estuvo genial, el techo terminó en la plaza. Lindo paseíto se pegó.

      Pero esas son las menos de las veces, la mayoría resulta que hay zonda en altura y se te rompe la cabeza del dolor y tu nariz se transforma en agua mocosa. Gracias, Zonda.

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    4. Es una experiencia que merece ser vivida, y aquel que no la vivió no se imagina jajaja.

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